La burocracia frena la nueva fundación de Harry y Meghan
Los duques de Sussex tendrán que esperar un poco más para dar contenido a su fundación Archewell, que tiene que sortear aún varios problemas burocráticos.
El príncipe Harry y Meghan Markle siguen sorteando obstáculos en su nueva vida. Porque sin el amparo de la Familia Real británica, hay asuntos que no resultan ser tan sencillos. La pareja gozaba por su anterior condición de ciertos beneficios que agilizaban las gestiones cotidianas, como el papeleo necesario para emprender algunas de sus propuestas. Y por lo visto, a su nuevo equipo le hace falta rodaje.
Bien es cierto que en los planes de la pareja se ha cruzado el Covid-19 y sus efectos. Porque la pandemia ha coincidido con la finalización de sus sus servicios en Londres a finales de marzo. El confinamiento y el parón de la economía ha frenado sus proyectos, entre ellos su nueva fundación, Archewell, que ya debería estar dando noticias.
Harry y Meghan confían mucho en Archewell
Pero lo que llega hasta el momento son disgustos. Porque la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos habría bloqueado por el momento el registro de la misma. La causa esgrimida es que la documentación presentada es «demasiado vaga». Un retraso burocrático al que se enfrentan a diario miles de ciudadanos en sus gestiones ante organismos públicos. Pero que seguro que es nuevo para Harry y Meghan Markle.
Los documentos a los que ha tenido acceso The Sun revelan además que se les olvidó firmar la solicitud y también adjuntar el justificante del pago de las pertinentes tasas. Los documentos fueron presentados al parecer en nombre de la pareja por un bufete de abogados.
Documentos sin firma y sin pago de tasas
La oficina de patentes asegura en su escrito que los administradores de Archewell deben detallar con mayor amplitud la naturaleza de la fundación. Dado que ha sido registrada como una organización destinada a «la filantropía, las donaciones monetarias, el voluntariado y las oportunidades profesionales».
La pareja confía en presentar dentro de unas semanas la fundación Archewell, que sustituirá a Sussex Royal, la entidad con la que amparaban sus acciones solidarias antes de abandonar sus funciones como miembros activos de la Familia Real. La propia Isabel II aclaró a su nieto que tras su marcha no podrían utilizar la marca Royal para sus actividades.