La pandemia permitió el robo de objetos en el Palacio de Buckingham

Las autoridades detienen a un trabajador del Palacio de Buckingham que aprovechó la ausencia de empleados y visitantes para robar distintos objetos que luego revendía por Internet.

Iván Perlado. 02/12/2020

Suele suceder con bastante más frecuencia de lo que uno cree. Las páginas de reventa de artículos son una fuente inagotable de información para detener a delincuentes que tratan de colocar mercancía robada. Eso es lo que le sucedió a Adamo Canto. Un británico de 37 años que decidió utilizar una conocida plataforma de venta de objetos para colocar algunos artículos. La relevancia de los mismos acabó alertando a las autoridades, que comenzaron a atar cabos. Las pistas procedían además del Palacio de Buckingham, donde no se pensó en un robo pero sí se comenzaron a echar en falta numerosos objetos desde noviembre del año pasado.

Los servicios de seguridad calcularon que al menos 80 artículos desaparecieron desde ese mes hasta agosto de este mismo año. Entre los objetos había fotografías firmadas por miembros destacados de la familia real. Estampas de Harry y Meghan Markle, del príncipe William y Kate Middleton, que se unían a medallas e incluso grupos de fotos de actos oficiales, como el banquete oficial de la visita de Donald Trump a Reino Unido.

Isabel II Palacio de Buckingham
Entre los objetos robados estaba un álbum de fotos de la visita oficial de Donald Trump a Reino Unido (Foto: Gtres)

Buckingham se quedó casi vacío y facilitó el robo

Lo que más llamó la atención a los servicios de seguridad es que los objetos desaparecían de distintas estancias de palacio. El acceso a algunas de esas zonas no está permitido para muchos trabajadores y se necesitan permisos especiales, lo cual redujo sensiblemente el número de sospechosos. Las investigaciones se acabaron centrando en este empleado, al que la policía confiscó gran parte de los objetos sustraídos. Unos bienes que la fiscalía tasó entre los 11.000 y los 112.000 euros, según el precio que podrían haber obtenido en la web.

Adamo Canto admitió los hechos ante el juez que dio por confirmada la venta de casi 40 objetos robados, a un precio sensiblemente inferior al fijado por el trabajador, que obtuvo unos 8.000 euros de ingresos por la venta ilícita de esa parte de lo robado. En su declaración aseguró que la pandemia le ayudó en su cometido. La ausencia de trabajadores en el palacio y la sensible reducción de actos públicos le permitió realizar el robo y acceder a lugares dentro de Buckingham impensables para su cargo. Aunque ha quedado en libertad con cargos, se enfrenta a una condena que podría llevarle a prisión.

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