El príncipe Carlos podría dejar a Harry y Meghan fuera de la nueva monarquía británica
El hijo de Isabel II analiza una reducción drástica de los miembros de la familia que tengan cargos públicos y dependan económicamente de la corona.
Tras el fallecimiento del duque de Edimburgo, la figura de su primogénito va ganando presencia como principal apoyo de su madre. La reina Isabel II, que acaba de cumplir 95 años, le habría encargado al príncipe Carlos el diseño de un nuevo organigrama dentro de la familia real británica. Un esquema de miembros activos con representación pública bastante más reducido que el actual. La renuncia del príncipe Harry y Meghan Markle, así como el posterior escándalo tras las acusaciones de ambos en la mítica entrevista con Oprah Winfrey, habrían puesto sobre la mesa la necesidad de reducir al máximo el plantel de miembros que trabajan para Buckingham.
Porque más allá de chismes, críticas u opiniones políticas, la Reina y su hijo tendrían la obligación de proteger «la marca». Recientemente, un estudio revelaba que Isabel II y su familia son la quinta marca corporativa más poderosa del mundo y la más importante de Reino Unido. De hecho, superan en popularidad y poder a Disney, CocaCola o Beyoncé.
El príncipe Carlos quiere reducir al máximo el organigrama de la familia real británica
En ese nuevo organigrama no estarían por supuesto aquellos familiares que de forma voluntaria han abandonado sus funciones. Y muy probablemente tampoco aquellos que por su actividad privada han provocado escándalos o situaciones que minan la credibilidad de la institución. Una decisión muy al estilo de las que ha tenido que realizar el rey Felipe VI en España, donde tan sólo él, la reina Letizia y sus hijas representan a la corona en actos públicos. De este modo y según revela la biógrafa real Angela Levin, tras Isabel II tan sólo tendrían presencia pública el príncipe Carlos y su mujer Camilla, los duques de Cambridge y sus tres hijos, George, Louis y Charlotte.
La decisión también tendría un efecto directo en los gastos de la corona, que en estos tiempos que corren no está para grandes dispendios. El presupuesto actual es de unos 7,8 millones de euros al año, aunque es una cantidad que se reparte entre distintos ministerios. Aunque no hay datos concretos que lo corroboren, se estima que la fortuna de Isabel II ronda los 400 millones de euros. Statista, una empresa especializada en análisis de datos, cree que el valor de marca de la familia real británica sería de más de 82.300 millones de euros. Una cantidad impresionante a la que habría que sumar el valor de marca de Isabel II por sí sola, que alcanzaría los 40.600 millones.