Harry y Meghan celebran el cumpleaños de la princesa Lilibet Diana
La pequeña Lilibet Diana Mountbatten-Windsor celebra su tercer cumpleaños con una fiesta familiar en Montecito.
La hija menor del príncipe Harry y Meghan Markle, la princesa Lilibet Diana, cumple tres años este 4 de junio. Una efeméride que, al parecer, sus padres quisieron celebrar el pasado domingo.
El cumpleaños de Lilibet
Un selecto grupo de familiares y amigos cercanos acudieron hasta la casa que la pareja posee en Montecito para disfrutar de una merienda. Poco más ha trascendido al respecto del cumpleaños de Lilibet, ya que la pareja mantiene un férreo control sobre los momentos privados que viven junto a sus hijos.
Una bebé muy deseada
La pequeña Lilibet Diana Mountbatten-Windsor nació ya en California. La pareja paso antes por el duro trance de perder un bebé en 2020. La propia duquesa de Sussex lo contaba en un artículo de opinión publicado en The New York Times en noviembre de ese año.
En el mismo confirmaba que había sufrido un aborto meses antes y relataba la dura experiencia que estaba atravesando junto al príncipe Harry. Un revés para la pareja que apenas llevaba unos meses instalada en Estados Unidos, tras abandonar apresuradamente sus funciones en la Familia Real británica en marzo de 2020.
Su nombre generó polémica
Meghan y Harry tuvieron que esperar hasta el citado mes de junio de 2021 para dar la bienvenida a su segundo hijo en común. La pequeña Lilibet se unía así al príncipe Archie, que ahora cuenta con 5 años. El nacimiento de la hija pequeña de los Sussex se anunció a través de la fundación que ambos dirigen.
Se contó entonces que se había escogido el nombre de Lilibet en honor al apodo con el que se conocía familiarmente a Isabel II cuando era pequeña. El segundo nombre, Diana, como es obvio respondía al nombre de la difunta madre del príncipe Harry.
Gyles Brandreth, un ex-político conservador y amigo cercano al esposo de la reina Isabel, matizó en su libro Elizabeth: An Intimate Portrait, que no todos los miembros de la familia se lo tomaron muy bien.
“Encontraron la elección desconcertante y bastante presuntuosa, dado que Lilibet como nombre siempre había pertenecido íntima y exclusivamente de la reina”, escribió Brandreth. A pesar de todo ello, explica, “Isabel II se lo tomó como un cumplido2.