Isabel II suspende un viaje oficial por motivos de salud

La salud de Isabel II ha vuelto al debate de la actividad pública británica después de que se anunciase este miércoles la suspensión de un viaje oficial que la iba a conducir a Irlanda del Norte. Por consejo médico, la monarca tendrá que permanecer unos días descansando en su residencia oficial. En el Palacio de Windsor se habían acostumbrado en las últimas semanas a un incremento de los actos oficiales en los que Isabel II estaba presente.

Muchos creen que se había pasado de la nada al todo demasiado rápido. Y la salud de la Reina de Inglaterra, a sus 95 años, es posible que se haya resentido. No se reporta enfermedad o dolencia que la haya podido afectar, pero el reposo obligado es suficiente para poner el foco sobre la actividad de una mujer que quiere seguir con sus quehaceres, pase lo que pase.

Isabel II no tiene pensado abdicar

Esta misma semana rechazaba un singular premio, el de Anciana del Año emitido por una publicación británica. Isabel II declinó el galardón asegurando que «uno es tan mayor como se siente» y pidió a los responsables que buscaran una persona que reuniera mejor los criterios para obtenerlo. El que fuera secretario de prensa de su majestad, Dickie Arbiter, ha dicho en las últimas horas que la Reina no se apartará de sus deberes.

Preguntado sobre si es posible que este u otros achaques de salud la obliguen a abdicar, Arbiter dijo que nadie de su entorno le va a sugerir tal opción. «Sugerir que dé un paso atrás es condescendiente y es luchar contra el fuego; en cambio, es posible que la propia Reina pida a sus funcionarios que moderen más sus compromisos’‘, afirmó este ex-alto funcionario. Otras voces, como la biógrafa Angela Levin sugieren sin embargo que Isabel II es probable que se sienta de uno u otro modo culpable porque «hizo una promesa a los 21 años, de que sería Reina hasta que muera».