Melania Trump en el blanco de todas las miradas

Los analistas políticos y sociales de Estados Unidos esperaban con atención la primera aparición pública de Melania Trump desde que el pasado 12 de enero se filtrara un presunto escándalo sexual del presidente Trump. Lo esperaban mucho más incluso que los detalles que su marido iba a contar en el discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso de los Estados Unidos. Su presencia, gestos y detalles van a dar mucho que hablar.

Primero porque llegó sola. Por primera vez en la historia, una primera dama llegaba al Congreso en coche oficial sin su marido. Su portavoz, Stephanie Grisham, lo justificaban alegando que «Melania Trump quería recibir en persona a los quince invitados de la Casa Blanca al evento». Una excusa que no ha calado mucho.

Porque además, la indumentaria elegida por Melania Trump tampoco mitiga los rumores de crisis matrimonial. Conocida por medir al detalle su estilo, la primera dama apareció con una creación de Dior en color blanco, con blusa de Dolce & Gabbana y zapatos de Christian Louboutin. Un tono claro que gusta mucho a Melania, pero poco habitual en las esposas de presidentes republicanos en este acto y que además fue utilizado por Hillary Clinton cuando aceptó en 2016 la nominación demócrata a la presidencia.

Se comenta que su elección también es un guiño contrario a las congresistas demócratas que escogieron el negro riguroso para mostrar su apoyo a los movimientos MeToo y Time’s Up. Algo que tampoco la dejaría en buen lugar porque se pondría en contra de la igualdad y los derechos de las mujeres.

Los Trump no aparecían juntos en un acto oficial desde Nochevieja. Donald Trump viajó solo a Davos. A mediados de mes, The Wall Street Journal publicaba que un abogado de Trump habría pagado unos 130.000 dólares a una actriz porno para que no desvelara un supuesto romance con el presidente en 2006, unos meses después de que Melania hubiera dado a luz a su hijo Barron. Un asunto muy turbio que veremos donde acaba.