Bollinger, el champagne de 007

Para celebrar el lanzamiento de la película nº24 de James Bond, Champagne Bollinger creó una edición limitada llamada ‘Spectre’, consistente en una cubitera de cristal y una botella R. D. 1988 en formato magnum, una serie limitada de solo 307 piezas, disponibles solo en tiendas especializadas.

Bollinger Spectre Crystal Set 007 está concebido y diseñado por Eric Berthès y hecho por Crystal Saint Louis. Fundada en 1586 en Lorena, se convirtió en la primera fábrica de vidrio en Europa continental en 1781. El diseñador Eric Berthès quería que la cubitera fuese el escenario de un verdadero clásico: el Bollinger R. D. 1988 (la misma cosecha Bollinger que Bond almacenaba en su Aston Martin DB5 en GoldenEye).

Desde el rey Eduardo VII hasta James Bond, Bollinger ha sido el champagne favorito de Inglaterra durante más de un siglo. Es conocido que este ha sido apreciado en Buckingham Palace durante varias generaciones. A finales del siglo XIX, Ludwig Mentzendorff, amigo y agente de Jacques Bollinger, presentó a la Reina Victoria y su familia los placeres de la Maison. Ella lo apreciaba tanto que otorgó el gran prestigio de la Autorización Real a Jacques Bollinger en 1884. Esta distinción, otorgada exclusivamente a los proveedores de la Corte, se concede de manera formal con el placer de Sus Majestades, a un representante de la compañía en su honor.

En 1885, el Príncipe de Gales y futuro Rey Eduardo VII, lo apodó como ‘su’ champagne favorito ‘my Bolly darling’, galardonando a Joseph Bollinger con el Príncipe de Gales, quien fue honrado con ello, por segundo año consecutivo. Todos los herederos de la Reina Victoria han optado por premiar a la familia y sus champagnes. Georges Bollinger fue honrado por Eduardo VII y, a continuación, por Jorge V. Elisabeth Bollinger recibió una autorización real del Rey Jorge VI en 1950; después, Isabel II en 1955. Desde entonces la famosa distinción se ha concedido, de forma continua, a los jefes de la Maison.

Durante 130 años Bollinger ha sido autorizado para adornar sus botellas con el escudo de armas real, acompañado de la frase ‘By appointment to M.M.’. Una garantía de excelencia y lealtad, para marcar las ocasiones más prestigiosas. En 1981, se celebró la boda del Príncipe Carlos y Lady Di con el prestigioso Bollinger R. D. 1973.

Desde entonces, la historia de amor entre Bollinger y el Reino Unido ha sido fuerte. Los ingleses adoran Bollinger, tanto que el británico es el mercado de exportación más importante de la Maison de champagne. Con lo cual, era comprensible que el más británico de los agentes secretos no cayera bajo su hechizo. Desde ‘Live and let die’, James Bond ha llenado su copa con champagne Bollinger.