Descorchando a Mister Trump

Os presento la última joya del controvertido Mister D-O-N-A-L-D-T-R-U-M-P. Se trata de su bodega, la llamada Trump Winery y antiguamente conocida como ‘Viñedo y Bodega de Kluge Estate’, cuya mansión fue construida en 1999 por el difunto multimillonario John Kluge. En 2011, Donald Trump compró la finca en una subasta a la ex esposa del fundador de ‘Metromedia’, Patricia Kluge, y desde entonces, es su hijo Eric quien gestiona la propiedad.

Trump Winery está en el corazón de ‘La Ruta del Vino Monticello’ en Charlottesville (Virginia) y tiene una superficie de 1.300 acres de impresionantes paisajes, de los cuales 195 acres son viñedos plantados exclusivamente con variedades francesas. La bodega está situada a pocos kilómetros del Monticello de Thomas Jefferson, lugar de nacimiento de la viticultura americana. Trump Winery sigue los pasos de Jefferson en la elaboración de vinos del nuevo mundo inspirados en las regiones vinícolas francesas como Burdeos y Champagne. “Con un profundo sentido de lugar, queremos unir terroir e innovación. Sabemos que cualquier visita a nuestra bodega será una experiencia preciada”.

Como sabéis, la asertividad y la modestia no son virtudes de Mister Trump, y en su tono habitual de exageración se jactaba de ser «la bodega más grande de la Costa Este» (afirmación que los medios han demostrado no es cierta) y continuaba diciendo: «Estamos muy orgullosos de ello. Hacemos el mejor vino, un vino tan bueno como el de cualquier parte del mundo».

También ha habido controversia en la prensa del país con el tema de si la bodega era o no de su propiedad. Según un comunicado a la CNN, la familia dijo: “Trump Winery es un nombre comercial registrado de Eric Trump Wine Manufacturing LLC, que no es propiedad, administrado o afiliado con Donald J. Trump, The Trump Organization o cualquiera de sus afiliados. Yo poseo la bodega al 100%, sin hipoteca, sin deuda».

En 2015 la familia abrió, en el área de Trump Winery, un hotel boutique de lujo: Albemarle Estate una de las residencias más prestigiosas y arquitectónicamente significativas del país. La mansión de 26.000 pies cuadrados y 45 habitaciones ha sido llamada «uno de los verdaderos tesoros de América», rodeada de viñedos y bellos paisajes.

El enólogo Jonathan Wheeler está al frente de una producción de unas 36.000 cajas de vino al año. Producen un espumoso por Méthode Champenoise elaborado con Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier; un blanco de Chardonnay, Sauvignon Blanc y Viognier; un tinto con coupage bordelés de Merlot, Cabernet Franc, Petit Verdot, Cabernet Sauvignon y Malbec, entre otros vinos; y un vino de postre de Chardonnay fortificado y envejecido en viejos barriles de bourbon.

En 2013, el Viognier 2012 y su Blanc de Blanc 2008 ganaron medallas de oro en la San Francisco International Wine Competition. En marzo del pasado 2016 Donald Trump sirvió varios vinos de su marca en una conferencia en Florida en la que se encontraba el entonces presidente Obama, quien comentó: “¿Alguien ha comprado ese vino? Quiero decir, vamos, sabéis que es como un vino de cinco dólares, que te dan una etiqueta, te cobran $50 y dicen que es el mejor vino de todos».

Según fuentes de la bodega, el creciente interés impulsado por Trump en los últimos tiempos con su victoria han ayudado a la bodega a encontrar distribución en 26 estados y 4 países: entre ellos Canadá, Panamá, India y Escocia. Y tienen planes para distribuir a más países como Irlanda y Dubai.

Su popularidad ha hecho que aumenten muchísimo las visitas a la bodega y parece que ya hay varios vinos agotados. «Hemos visto un crecimiento enorme desde que es presidente«, dijo Kerry Woolard gerente general de Trump Winery. «Este no es un proyecto de vanidad. Es nuestra tierra. No estamos comprando uvas. La membresía en el club de vinos ha aumentado un 45% y los visitantes se han disparado”.