¿Hay vinos para mujeres?

Pues parece ser que el vino tiene destinatarios/as por género. He recopilado unos cuantos de ellos que han sido, bien por sus creadores o por “prescriptores”, etiquetados o recomendados “para ella”.

Empezamos hablando de ByVi un vino elaborado en Navarra con un proceso de maceración carbónica. Realmente es muy fácil de beber y sus matices un tanto golosos lo convierten en muy apetecible. El “apellido” Thinking of Woman lo dirige casi en exclusiva al consumo femenino.

Aunque sorprendente, una “lista” de vinos para mujeres (escrito por una mujer también) lo presenta dentro de “los mejores vinos dulces para la mujer”. Su nombre, un tanto discutible, es Happy Bitch. Un dulce elaborado en Estados Unidos que elaboran dos mujeres y que reivindican ser como son y hacer lo que quieren sin avergonzarse por ello.

Mucho más comedida es la oferta para el Día de la Madre que lanza Grupo Yllera con su serie frizzante Cinco.5 otra de las bodegas españolas que se decantan por esta variante de vino que recuerda al Muscato d’Asti italiano. En este caso no dicen que sea un vino para mujeres, solo que lo recomiendan para regalar el día de la madre.

Un vino rosado como La Rosa de Raventós i Blanc también parece destinado al público femenino. Está elaborado con Pinot Noir una de las variedades preferidas por las mujeres según algunos.

Pues como muy bien dice Rosalía Molina de Bodegas Altolandon, enamorada del vino y enóloga de profesión, “los vinos no tienen sexo”.  Y ahí estoy totalmente de acuerdo. También para mí, el vino es un bien universal para las personas sin distinción de género. En mi profesión como sumiller, cada día tengo el placer de atender por igual a hombres y a mujeres, todos y todas amantes del vino. Tengo clientes masculinos a quienes les encantan los vinos suaves, fáciles y dulces; y clientas femeninas que les encantan los vinos con fuerza, muy estructurados y complejos.

Sinceramente creo que se le hace un flaco favor a la mujer etiquetando vinos solo destinados a ellas cuando en realidad lo que se quiere vender son vinos para personas (sin género) que buscan vinos fáciles o que no son consumidores habituales de vino.

Me parece insultante llamar a un vino Puta Feliz y además jactarse de que es un vino para mujeres. De hecho, me parece machista decir que un determinado tipo de vino es para mujeres, vino mariquita, vino bajabragas, etc. Quizás sea el momento de empezar a desterrar  la etiqueta “vino para mujeres” y dejarlo solo en vino.