La ventajosa adaptación del mundo del vino a los servicios Live Streaming
Crear vídeos en directo es una práctica que se ha acentuado con el confinamiento y que está reportando muchos beneficios en muchos sectores y, como no, en el del vino también.
El videomarketing se ha convertido en una de las prácticas más utilizadas. Pero esto no es de ahora. Los anuncios de televisión están instaurados desde hace tanto tiempo que los pasamos por alto. Sin embargo, en Internet fue a partir del año 1995 cuando se empezaron a hacer acciones de marketing visual con vídeos que había que descargar para poder ver. Algo poco operativo que colapsaba los discos duros. Por ello, estas acciones publicitarias no se instauraron hasta la llegada de plataformas como YouTube, allá por el 2005.
Las bodegas más avanzadas, tecnológicamente hablando, empezaron entonces a tener página web propia y a trabajar con redes sociales. La venta online siguió y el business del vino en la redes estaba servido, y no en copa precisamente.
Internet y las redes sociales, el nuevo escaparate del mundo del vino
El objetivo ya no es solo la venta de vino, sino la creación de marca y la potenciación de seguidores winelovers. La plataforma Periscope de Twitter fue una de las primeras que se utilizó en festivales y ferias de vino de todo el mundo. Con ella se podía ver en directo lo que estaba sucediendo, como si de una retransmisión de televisión se tratase.
Hoy en día Facebook y, principalmente, Instagram son plataformas que gracias a su servicio Live Streaming permiten que vinoinfluencers se entrevisten o charlen desde una bodega, una tienda o el paraje más remoto del planeta. Con estas plataformas pueden retransmitir y ser vistos en directo por seguidores de todo el mundo, los cuales, además, pueden interactuar comentando o preguntando en tiempo real.
Catas en streaming y desde cualquier lugar del mundo
El coste de este servicio es nulo o bajo. Y la efectividad está garantizada si se ha hecho una buena publicidad del momento. Hay bodegas que conectan a su enólogo con un sumiller conocido para hacer una cata en directo. El único requisito es que ambos tengan el mismo vino y comentarlo para todos. Y si además el seguidor ha podido comprar esa referencia en concreto, nos encontramos ante un suceso que pese a las distancias une a personas y que hace solo unos pocos años hubiese sido impensable.
Pero el streaming no solo sirven para vender, sino que tienen una función divulgativa y formativa del mundo del vino que los winelovers pueden utilizar. Y lo mejor, es gratis y sin salir de casa.