El espíritu creativo y el ánimo grande de nuestros abuelos les llevaron a buscar el puro adecuado para cada momento, con la fe de que toda circunstancia tiene el suyo. Singulares son los ‘entreactos’, esos pequeños cigarros sabiamente torcidos para calmar en unos pocos minutos las ansias fumadoras de los espectadores en el descanso de la función, cuando en el ambigú solo se escuchaba el bendito ‘pop pop’ del abrirse de las botellas de champán. Hoy vamos a hablar de habanos pequeños, de nuestros puros de 20 minutos. Son los cigarros que nos gastamos por las noches, al llegar a casa después de una cena de trabajo, en un aperitivo de terraza o en cualquier chiringuito de la costa.
*Rafael González Márquez. Panetelas. Hay una discontinuidad en la calidad de estos cigarros, pero durante muchos años eran conocidos por tener la mejor relación calidad-precio del mundo cubano (cepo 37, 127 mm). Eran los cigarros baratos que fumábamos sin reparo, porque nunca una imperfección nos supo tanto a tabaco habano, a madera y cuero, a estofados y gloria. Y hasta recordamos aún nuestra emoción al descubrir una calle dedicada a Rafael González en el barrio viejo de Las Palmas y, pensar que, al final del recodo, estaba el malecón de La Habana. Precio: 1,90 €.
*Montecristo. Media Corona. El formato de media corona es a los cigarros pequeños lo que un robusto a los tradicionales cigarros. Ofrecen, por tener un calibre más grueso de lo habitual (cepo 44, 90 mm), una fumada intensa y breve, como la espada fría de shot de vodka. Montecristo ha incorporado recientemente este cigarro a su catálogo y desde luego que no pueden faltar unos cuantos de estos cigarros para cuando no tenemos tiempo más que para darnos un enjuague de tabaco. Son cigarros más intensos de lo que parecen, como esos caramelos concentrados de café con leche. Miel, tostados. Y se acabó. Precio: 4,5 €.
*H. Upmann Media Corona. Es éste también un cigarro de reciente incorporación al vitolario. Son puros de fortaleza media, media/fuerte. Comparten formato con los anteriores, pero frente a ellos encontramos aquí un fondo de cacao con notas terrosas. Madera y fuerza. Es una experiencia reconfortante alternar las media corona de H Upmann con las de Montecristo para pasar de una excelencia a otra y constatar ese ‘pantonario’ de sabores que son los habanos. Precio: 4 €.
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