Pescado de Mercadona, del mar a la mesa en 24 horas

Se levanta la veda de muchas especies y el agua comienza a enfriarse. Al igual que pasa con la fruta y la verdura, algunos pescados también son de temporada. Así que este es el mejor momento para saborear las propiedades nutritivas de sardinas, bonito o boquerones.

En Mercadona, el pescado pasa del mar a la tienda en menos de 24 horas (en algunos casos, tan solo unas horas después de ser pescado) gracias a su sistema logístico de distribución que permite que todas las tiendas, independientemente de su cercanía con la costa, dispongan de variedades recién sacadas del agua. En total, la compañía colabora con más de 12.000 pescadores para poder ofrecer a sus clientes la mejor variedad de pescado y marisco: no solo de temporada sino también variedades locales de pescado azul y blanco, marisco de concha y crustáceos (langostinos, gambas y gambones), cefalópodos (pulpo, sepia o calamar). Y en Semana Santa y Navidad, Mercadona ofrece también bacalao salado a granel, para que no falten en nuestra mesa los platos más típicos.

En la pescadería elegimos a la carta, mientras que en los lineales de producto envasado encontramos el pescado limpio, perfectamente preparado y listo para cocinar, para llevarlo directo a casa sin dilación.

Además, en algunos supermercados de Mercadona encontramos también un espacio dedicado al sushi, elaborado todos los días por los fabricantes especialistas Caladero y Leroy Seafood Spain.  Un amplio abanico de posibilidades se presentan en bandejas de distintos tamaños y sabores: sashimi de salmón y atún, maki roll de distintas variedades o ensaladas japonesas… Ideal para compartir, la bandeja de 16 piezas cuenta con una selección de distintas propuestas que no dejará indiferente a quien la pruebe. 

Empresas que, junto al resto de proveedores e interproveedores especialistas, disponen de una política de pesca sostenible de los productos pesqueros que Mercadona pone a la venta, tanto procedentes de la pesca extractiva como de la acuicultura. Por ello, se apoya la pesca local, se respetan las condiciones de trabajo dignas, se elimina del surtido especies amenazadas o en peligro de extinción, se respetan las tallas mínimas, los paros biológicos y las vedas, entre otras medidas que garantizan la supervivencia del ecosistema marino.

Por cierto, ¿sabías que el pescado ayuda a ser más feliz? Casi treinta investigaciones de distintas universidades revelan que la ingesta regular de pescado podría reducir casi un 20% el riesgo de padecer depresión gracias a la riqueza en ácidos grasos Omega 3. Una sustancia que también destaca la Fundación Española del Corazón: el pescado es imprescindible en la dieta ya que su consumo se asocia con un menor riesgo de diabetes y la prevención de enfermedades cardiovasculares.