No hay duda de que estamos viviendo una revolución gastronómica. Los foodies ya no se conforman con propuestas sorprendentes, elaboraciones novedosas y productos de primera calidad, ahora piden también que el local donde les sirvan con gentileza sea acogedor y que su comida nos cuente una historia. Y aunque parezca imposible, hay restaurantes que cumplen todos estos requisitos. Uno de ellos es el madrileño Aire (calle de Orfila, 7).
Su nombre no es casual. Invisible, impredecible pero siempre especial, el aire evoca frescura, libertad, naturaleza… y explica con delicadeza que la volaterie (distintas aves) son su leiv motiv y los ingredientes principales de su sugerente carta.
El restaurante, acogedor y moderno, ofrece la posibilidad de ver las elaboraciones desde el salón gracias a su cocina integrada en el espacio. En la carta predomina la mezcla de elaboraciones tradicionales con otras más novedosas en las que pollos, gallinas, pulardas, tórtolas, patos, ocas y codornices se empapan de los sabores de distintas culturas como la asiática, la marroquí o la italiana sin dejar de lado los toques más españoles.
En este último grupo podríamos incluir las croquetas cremosas de aves nobles, el huevo de oca, migas, idiazábal y pimentón de la Vera; o la llauna de tórtola y trufa a la leña… todos elaborados con mimo y los mejores ingredientes autóctonos. En el primer grupo, el que nos incita a dar la vuelta al mundo a través de los sabores, destacan elaboraciones como el ‘Pato por el mundo’, el risotto de casquerías, el ceviche de oca o el royal de tajine de pularda con cus cus de brócoli.
«La trazabilidad, el producto y la temporalidad son el hilo conductor de nuestra nueva propuesta. Una cocina sencilla basada en la frescura de los productos y de su modo de crianza natural y saludable», comentan desde el restaurante. Algo que también aplican a su carta de postres en la que destacan su tarta de limón y a la que recientemente se ha incorporado la torrija casera, un deleite para los más golosos.
El equipo formado por Ignacio González-Haba, Erika Feldman y Gonzalo Hierro acaba de inaugurar su segunda temporada gastronómica y tienen como objetivo seguir dando forma a su proyecto ‘Los 4 Elementos’, que ya tiene asentados el Fuego (hermanos Bécquer, 5) y el Aire; y al que en un futuro se unirán la Tierra y el Agua. “Aire y Fuego son homenajes a ese tiempo en el que la calidad de los productos no era una alternativa sino una única opción”, explica Erika.
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