Tres granjas rehabilitadas para vivir de lujo
Os enseñamos tres granjas rehabilitadas como viviendas habituales con todo tipo de comodidades, para que veáis lo maravilloso que es “restaurar”.
En arquitectura cualquier tiempo pasado nunca ha sido mejor. No lo dudes, vivimos un momento idílico para los profesionales del mundo de la construcción, con materiales increíbles, conceptualizaciones del espacio novedosas y prácticas y, sobre todo, un espíritu de mejora como no ha habido en la historia de la humanidad. Por eso las restauraciones se están convirtiendo en un arte. Ya no tenemos miedo de regresar al frío y alejado campo, para a disfrutar de nuestras antiguas granjas, dotándolas de un nuevo aire con ayuda de las técnicas constructivas más avanzadas.
Pero… ¿Cómo podemos restaurar nuestra antigua granja? Visitamos tres espectaculares rehabilitaciones ejecutadas en los últimos años. La primera, en Quebec (Canadá), donde el estudio de arquitectura LAMAS, con sede en Toronto, aplicó sus vastos conocimientos en adaptar un conjunto de tres edificaciones en el cercano 2017. La residencia responde al nombre de Townships Farmhouse y está ubicada en un pueblo de 750 habitantes llamado North Hatley, a una hora y media de Montreal.
El edificio ancla sus raíces en las granjas construidas antes de 1850 en Ontario. Con forma de “U” y pasillos que conectan las estancias perpendiculares a la cumbrera de la cubierta, estos pasillos servían para llevar el ganado y los materiales de la granja. Los diseñadores reutilizaron la madera de graneros en ruinas, adaptándolas a la envolvente de los edificios, proveyéndolos de techos muy inclinados y configurando un patio interior acogedor y abierto, pero protegido del frío viento invernal de la zona.
El cliente de Vivian Lee y James Macgillivray (LAMAS) es un coleccionista de arte muy acostumbrado a las vistas hermosas, con lo que la orientación de la vivienda permite vistas hacia un campo de avena, las colinas circundantes y una granja de caballos, cada uno de estos elementos se encuentran frente a un lateral de la vivienda, detrás de grandes ventanas. De esta construcción podemos aprender que la madera tiene más de una vida y que las ventanas con marcos mínimos realzan el entorno.
La segunda, pero no menos increíble, rehabilitación de una granja que os vamos a mostrar está en Italia, en la costera Cinque Terre, un lugar increíble formado por cinco pueblos: Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore. Según dicen, este pueblo está entre los más bonitos del mundo. Allí, el estudio a2bc, con sede en Milán, transformó una antigua granja en una moderna residencia, conservando su estructura y distribución, pero ahondando en las técnicas constructivas primigenias con materiales usados en la época.
Los muros de piedra de la granja fueron restaurados y mejorados tanto en el exterior como en diversos paños del interior. Se incorporó un pavimento de hormigón adyacente a las paredes de yeso natural que, al mismo tiempo que elimina las juntas, unifica la vivienda y ayuda a reforzar la idea de un moderno hogar construido hace décadas. Grandes ventanas con marcos de tonalidad oscura encuadran el paisaje, un exterior tan natural que parece esculpido.
A unos metros de la casa principal, se reconstruyó un granero derruido, incorporando un gran portal de carpintería de aluminio que alcanza dos alturas, aportando un brise soleil a la planta alta para regular la entrada de luz. La Casa Contadina (así se llama), de 320 metros cuadrados y finalizada en el año 2011, cuenta con un cuidado jardín exterior que conecta los dos edificios principales mediante baldosas escalonadas en el césped. Sin duda, podemos apreciar de esta construcción la inalterabilidad de las rocas.
Terminamos en nuestro país esta pequeña muestra de granjas rehabilitadas. Más concretamente en Gerona, donde, en el año 2013, el estudio Zest Architecture (con sede en Barcelona) nos deleitó con una impresionante rehabilitación ejecutada en un idílico entorno. Aquí, 25 hectáreas de robles nos acompañan mientras vislumbramos el Mediterráneo a lo lejos, eso sí, en nuestra piscina de borde infinito. Este complejo se utiliza para alquiler ecológico de alto nivel. ¡Y tan alto!
Durante las obras, las diseñadoras Co Govers y Joana Ramalhete abrieron el viejo edificio de piedra, dejando penetrar la luz e incorporando las vistas al interior de la residencia. La ubicación de la casa, en una ladera con bastante pendiente, ha requerido de distintas conexiones a varios niveles para la distribución general. Las habitaciones se ubicaron en la parte inferior para que fueran frescas y agradables en verano, de esta forma, las superficies más habitables se sitúan arriba, donde las impresionantes vistas acompañan al usuario.
El complejo aplica los estándares Passivhaus, aislándose del exterior con corcho cultivado en la zona, colocado entre las paredes de piedra y paneles de arcilla y paja que, permiten transpirar al muro mientras evita la fuga de calor del inmueble. Cuenta con instalación geotérmica, calefacción y refrigeración por suelo radiante y, además, está preparada para recibir en el futuro la instalación de paneles solares y un pequeño molino de viento que aporten energías naturales suficientes para desconectarse de la red.
Lo mejor de rehabilitar una granja es ubicar en un lugar aislado los máximos estándares del confort actual. Para ello, utilizamos técnicas ancestrales y modernas, configurando una maravillosa fusión. En este conjunto podemos apreciar como las diseñadoras emplearon un material duradero e impactante: el acero corten, que recorre la vivienda situándose en los elementos de carpintería, impresionantes puertas y marcos exteriores de ventanas. Sin duda, dan ganas de comprar una granja y restaurarla.