¿Quién roba a quién?

En una película de conflictos, no hay duda de que siempre nos posicionamos del lado del más débil, del perdedor, del que consideramos ‘el bueno’ y que no siempre lo es. Lo complicado está en darle la razón a uno u otro cuando ambos son malos, delinquen y conviven en una sociedad corrupta. ¿Es posible que un ladrón nos pueda a llegar a gustar? ¿A quién tiene enfrente para que queramos que sea el bueno de la película? En ‘Cien años de perdón‘ (Telefónica Studios, Telecinco Cinema, Morena Films), la gran incógnita es quién roba a quién. Políticos, atracadores, banqueros. Una mezcla letal. Para conocer la respuesta, el cine os espera.

Sinopsis: Una mañana lluviosa. Seis hombres armados asaltan la sede central de un banco en Valencia. Lo que iba a ser un robo limpio y fácil pronto se complica cuando la directora de la sucursal desvela un secreto oculto en una de las cajas de seguridad. Los ánimos se encienden entre los líderes de la banda y la sospecha se extiende dentro y fuera del banco hasta llegar a poner en jaque al gobierno del país.

Dirigida por Daniel Calparsoro (‘Invasor’, ‘Combustión’ y experto en thrillers de calidad), la película cuenta en el reparto con Luis Tosar, Rodrigo de la Serna, Raúl Arévalo, Marian Álvarez, Patricia Vico y José Coronado.

Luis Tosar es ‘El Gallego’, uno de los atracadores. “Él está metido en la banda pero piensa que no encaja en el grupo. Todos son argentinos y él está en el medio. Está familiarizado con la ingeniería, con el aspecto puramente técnico del asalto. Es metódico, obsesivo con los números y con los datos. En la banda están todos bastantes exaltados menos él. Atracar un banco no es una cosa muy tranquila. En este sentido, un gallego en tu vida siempre viene bien”, afirma él.

Raúl Arévalo es Ferrán, el jefe de gabinete de la presidenta del Gobierno. “No es un negociador profesional, pero su cargo le da cierta habilidad en la mediación. En este atraco, en un momento dado, el Gobierno tiene que intervenir para negociar con los atracadores por una información que hay en una de las cajas de seguridad”, asegura el actor.

José Coronado es ‘Mellizo’, un mediador implacable. “Él es un solucionador de las altas instancias. Es un hombre que estuvo en el ejército, que ha pasado a la reserva y ahora lo utiliza el Gobierno para solucionar los asuntos turbios que puedan surgir. Es de esos personajes que nadie conoce pero que son tremendamente resolutivos, gente con una capacidad, una frialdad y un poder de negociación brutal y generalmente con pocos escrúpulos, claro…”... nos cuenta.

‘Cien años de perdón’ es una película llena de capas cuyo nivel de lectura se adapta como un guante a cada espectador, que va a entrar en la aventura de un atraco a un banco, un clásico, un género que funciona muy bien en todo el mundo. Y poco a poco, a medida que la historia avanza, se va dando cuenta de que aquello que esconde el banco no son sólo los ahorros, el dinero de los clientes, sino que hay algo más. De ahí las preguntas que planteábamos al comienzo.

Descubrir quién roba a quién, qué bando es el malo y, en última instancia, en qué lugar me posiciono. Al final, más de uno llegará a la conclusión de que los atracadores tienen que ganar la batalla. ¿El que roba a un ladrón tiene cien años de perdón? La solución, a partir de mañana viernes 4, en los cines.