Vuelve Tarzán. Vuelve el hombre

La primera vez que vimos a Tarzán en la gran pantalla siendo niños, nos dimos cuenta que no era un hombre normal y nos creamos la imagen de un prodigio físico. Al margen de ese punto atractivo de ‘ente primitivo’, criado por los simios en lugar de por hombres, reunía en su anatomía todas esas excelencias que los seres humanos de ambos sexos admiramos en los demás.

A lo largo de la historia, desde que se creó ese personaje ficticio que apareció por primera vez en prensa en 1912, se han realizado cerca de treinta secuelas y su historia ha sido adaptada numerosas veces para cómics, sin olvidarnos del cine y la televisión.

Para no perder la costumbre y viendo que siempre es rentable la historia del hombre que creció en la selva y domina como nadie el saltar de árbol en árbol, se estrena ‘La leyenda de Tarzán’ el próximo viernes, 22 de julio.

Sinopsis: Han pasado años desde que el hombre, conocido como Tarzán (Alexander Skarsgård), dejara atrás las junglas de África para vivir una vida burguesa como John Clayton III, Lord Greystoke, con su amada esposa, Jane (Margot Robbie) a su lado.  Ahora recibe una invitación para volver al Congo y  servir como emisario comercial del Parlamento, desconociendo que es un peón en una terrible encrucijada de avaricia y venganza planeada por el Capitán belga Leon Rom ( Christoph Waltz), pero los que están detrás de la trama homicida no tienen ni idea de lo que están a punto de desencadenar.

John Clayton es el único hijo de una pareja de aristócratas ingleses, perdidos en la selva africana a finales del siglo XIX. Cuando ambos mueren, John es adoptado por una manada de simios parecidos a los gorilas, los ‘mangani’, que lo bautizan con el nombre de ‘Tarzán’, que significa ‘piel blanca’.

El chico adquirió grandes habilidades físicas: podía saltar desde los árboles, columpiarse con extrema habilidad por las lianas y era capaz de enfrentarse a cualquier animal salvaje para defender a su familia. Heredó también un gran nivel de habilidad mental, pero no puede volver a contactar con seres humanos hasta que ya es un adulto. En esta etapa con los hombres, Tarzán/John aprende a hablar francés e inglés y descubre el mundo civilizado, que no le gusta en absoluto. Lo rechaza y vuelve a la jungla.

A Tarzán le han definido siempre como un personaje con cierta tendencia a la transgresión, no en vano es un aristócrata británico que prefiere vivir como un salvaje. Esa transgresión se hizo extensible también al personaje de Jane, mujer también blanca con la que convive antes de contraer matrimonio.

En el campo de la imagen traspasó la estética de las costumbres existentes hasta el momento: aparece con la primera indumentaria de dos piezas y sin ropa interior bajo ella. El clásico se renueva, pero ¡eso sí! conservando aquello que le ha hecho pasar a la historia.