El mítico teléfono de juguete de Fisher-Price ya puede hacer llamadas reales
La firma conmemora el 60 aniversario del juguete lanzando una versión para adultos que puede hacer llamadas y conectarse por Bluetooth.
La realidad supera la ficción, de eso no hay duda. Y si hablamos de tecnología, no hay límites para dar forma y realizar cosas que antes nos parecían de ciencia ficción. A los sistemas de reconocimiento facial, los asistentes virtuales casi inteligentes, los hornos portátiles o los armarios secadores se une ahora el teléfono real de juguete. Y es que la marca de juguetes Fisher-Price ha presentado un nueva versión de su mítico juguete ‘Teléfono carita divertida’ completamente funcional y con capacidad para hacer llamadas reales.
Hablamos de un juguete “de toda la vida” diseñado para bebés a partir de 12 meses que cuenta con un auricular, un dial giratorio y cuatro ruedas para moverlo o arrastrarlo por el suelo como si fuera un coche de juguete. Una pieza que “invita al niño a dar sus primeros pasos y hablar” que ahora se convierte en un teléfono real aunque manteniendo su aspecto infantil y todos sus detalles.
Un teléfono de juguete que hace llamadas reales
Según explican desde Fisher-Price, esta nueva versión del ‘Teléfono carita divertida’ es un “teléfono lo suficientemente inteligente como para no tener aplicaciones”. En este sentido, puede realizar llamadas a través del plan que tenga contratado el usuario en su móvil habitual. Además, tiene manos libres con un botón de altavoz, autonomía para nueve horas de conversación con una sola carga y conectividad Bluetooth para vincularse con un teléfono Android o iOS.
Increíble pero cierto. El nuevo teléfono de juguete de Fisher Price llega al mercado coincidiendo con el 60 aniversario de su lanzamiento. Actualmente solo está disponible de forma exclusiva en las tiendas Best Buy de Estados Unidos, donde puede adquirirse por 60 dólares. En cualquier caso, no dudamos de que en breve traspasará fronteras y podremos pedirlo, también, a los Reyes Magos esta próxima Navidad.