Decoración para hombres

No hace tantos años, o quizás sí, ojeaba una y otra vez, el libro de Mingote que estaba en mi casa: “Hombre Solo”. En él, se reflejaba la vida de aquellos hombres, tristes y abatidos, que les ocurría de todo en su infinita soledad. No tengo muy claro, si a mí corta edad, entendía muy bien lo que nos quería decir, nuestro gran genio Antonio Mingote, pero de algo estaba segura: me fascinaban por completo todos sus dibujos. En esta época que nos toca vivir, sin duda las viñetas cambiarían y los roles son  diferentes.

Hombres y mujeres eligen estar solos o acompañados según se va escribiendo su historia y sus circunstancias, igual un poco como las figuras de Mingote, pero eso sí, disfrutando de su situación y sobre todo de una buena compañía, que siempre podrán elegir. Nos convertimos en grandes anfitriones, preparamos nuestras casas para recibir y las transformamos en templos de reunión, citas gourmet, finales deportivas o cualquier cosa que nos reúna alrededor de una mesa o sobre un buen sofá.

La semana pasada en nuestro artículo, “El lado salvaje de tu casa”, ambientábamos una casa de una mujer indeterminada, sujeta a los cánones impuestos que al llegar a su casa necesitaba romper con todo y sacar su verdadero yo para sentirse ella misma. Hoy desde AMestudio nos pasamos al lado masculino, intentando dar forma a una casa donde un hombre, de cualquier rol social, se sienta a gusto. No queremos entrar en el tópico de que los hombres son sencillos, cada persona es especial y aunque a todo el mundo no le gusta decorar, pero sí quieren tener una casa espectacular.

Volviendo a los protagonistas de este artículo y sus circunstancias, vamos a elegir un salón dinámico, en tonos neutros y con pocos, pero importantes, adornos. La mayoría de los hombres no tienen tanta necesidad de acumular recuerdos, o sí, y entonces en estos casos les dan mucho más protagonismo. Yo he visto una bola de golf, resultante de  un “hoyo en uno”, sobre una preciosa peana, iluminada con un foco directo. Sin duda, queridos lectores, si yo hubiera tenido la suerte de hacer un “hoyo en uno” no solo la ilumino, lo publico en todos los medios de comunicación y redes sociales. Continuemos.

En un buen salón conviven, casi siempre, tres grandes protagonistas. El sofá, que debe ser cómodo y amplio, perfecto con colores lisos y unificando también los cojines. Si el espacio lo permite, nos encantan las rinconeras y, más aún, en forma de “U”. El que hoy os traemos, de Minotti, nos gusta mucho ya que rompe con la idea moderna de la rinconera y a la vez es muy vanguardista.

En segundo lugar, no puede faltar una amplia mesa de centro, no muy baja, para hacer más cómodos los aperitivos, las meriendas o recenas, que sin duda no faltaran en una reunión que se precie. Esta pieza debe ser especial por sí sola, ya que como hemos dicho, los hombres no suelen poner y quitar adornos, los prefieren siempre disponibles y por eso la importancia de tener un gran diseño. Os proponemos la mesa Polaris, de Fredrikson Stallard. Creada como un gran cubito de hielo, aporta la sobriedad de la roca y sin duda, no necesita adornos. Te verás obligado a dar una copa en tu casa, solo para enseñar esta joya. Si, además, la disponemos sobre una alfombra de pelo de KP (su alfombra Happy), el ambiente está asegurado.

El ultimo elemento del salón, pero no menos importante, es la televisión. Debe de ser grande y exenta (que se vea). Quien nos sigue en nuestros artículos, ya conoce que no luchamos por esconderlas o encastrarlas, sino por realzarla, y eso es lo que ha hecho Jon Des Bouvrie, con su diseño “Doble Vision”.  Televisión en la parte superior y una magnifica chimenea de bio-alcohol en la inferior. Se puede elegir en blanco, negro o, en nuestro acabado favorito, con espejo. Sin duda es un acierto seguro y una pieza que no podrás dejar de mirar.

Por último, deberíamos elegir dos piezas importantes a colocar sobre un paramento liso o directamente sobre el suelo que de protagonismo a aquellas piezas de arte abstracto, compradas en aquella galería que nos encantó y que estaban escondidas porque nos parecían  muy grandes o de poco tamaño. Solo es necesario encontrar el sitio y saber colocarlo. Si, afortunados, hemos viajado a sitios exóticos, tal vez algo étnico, sería perfecto.

El salón ya está dispuesto sin duda para una gran reunión o quizás algo más íntimo y personal, pero, ¿y si consiguiéramos la sensación de día o noche solo graduando la intensidad de la luz en toda la superficie del techo?Pues bien Philips lo ha conseguido con «One Space Luminous Ceiling». La sensación es increíble ya que podemos unificar el techo en luz tenue o crear un despliegue de iluminación. Toda una novedad de sensaciones. Y sabemos que, además, siempre nos quedara la luz indirecta, para lo que queramos destacar.

“De mi perro aprendí, que cuando alguien ha tenido un mal día, es suficiente con sentarse a su lado en silencio y acompañarlo”.