Mallorca, un destino de lujo

Tener buenos amigos es siempre una bendición. Pero si esos buenos amigos te invitan además a compartir un fin de semana en Mallorca, es además un lujo.

Mallorca me llena de buenos recuerdos, desde que vine la primera vez a Pollença cuando tenía 15 años con mi amiga Cristina. Es una isla que tiene algo especial, su luz, sus paisajes, su gente, por supuesto. Pero quizás sobre todo el color del mar. Preparo la maleta, no puedo llevarla muy grande para un paseo de fin de semana, así que busco una pequeña de un color discreto y un bolso tipo cabas para meter el ipad, un libro y alguna revista. 

Para viajar en avión lo más cómodo es un pantalón de talle bajo tipo jogging, así no tienes que estar pendiente de quitarte el cinturón (lo encuentras en Zara) y unas converse (que no sean las que cubren los tobillos porque te las hacen quitar en el control del aeropuerto).

Un buen jersey encima de una camiseta blanca. Los aires acondicionados son matadores. No me puedo olvidar de llevar a mano una pequeña muestra de crema hidratante, el avión seca mucho la piel y lo importante es estar bien hidratada. Después de un vuelo sin complicaciones ni turbulencias (como veréis no me gusta demasiado volar), llegamos a una soleada Palma de Mallorca. Un conductor nos espera para llevarnos a St Regis Mardavall Mallorca Resort, un hotel situado entre Puerto Portalls y Palma Nova.

El hotel St.Regis es elegante, sobrio, curioso, cómodo y con unas maravillosas vistas. Literalmente envuelto en un jardín de perfecto diseño para vivir frente al mar. Y hacia el mar. Tiene una salida desde el jardín que te lleva por un caminito a un embarcadero perfecto para un delicioso chapuzón y tomar el sol. La piscina tiene tres alturas, deliciosa para nadar un ratito y hacer ejercicio. 

Puerto Portals y Puerto Adriano están en mi lista de deseos. Están muy cerca del hotel. En Puerto Portals me gusta cenar en Flanigan, cocina tradicional mediterránea y mallorquina de Miguel Arias. Un sitio para ver y dejarse ver y para un buen shopping: Corner  con una buena selección de marcas internacionales como Chloé, Lanvin, Moncler, Marni, Dries Van Noten, Aquazurra… irresistible.

Puerto Adriano es hoy, sin embargo, el puerto más moderno de Baleares. Diseñado por Philippe Starck concentra los barcos más impresionantes, una gran selección de restaurantes y un shopping muy sofisticado. Bruno es mi restaurante favorito con un ambiente divertido y agradable. Todo es de primera calidad y nunca decepciona. Tiene una buena carta de vinos.

Rosemarine es mi tienda con una selección de ropa casual y unos complementos que no hay que dejar pasar por alto. Ahora bien, nada es comparable a la Relojería Alemana. Todo un espectáculo. Aunque la oferta más tentadora la tengo en el Hotel St.Regis con el restaurante ES FUM con esa merecida estrella Michelín.