No hay duda de que los tiempos han cambiado. Por supuesto no lo suficiente en temas como la igualdad o la independencia de la mujer, pero sí en otras como la vivencia cada vez más sana de la sexualidad. Prueba de ello está en los tuppersex, que siguen teniendo tirón después de los años, y que no son otra cosa que reuniones de amigas con un punto ‘picante’ cuyo objetivo es conocer juguetes sexuales, charlar de sexo con la máxima naturalidad y pasar un buen rato.
La diferencia de estas citas con las quedadas «normales» entre amigas es que están dirigidas por una persona experta en el tema y por lo general, ajena al grupo. Es decir, el encuentro se fija de antemano con una mujer que acude al domicilio o lugar estipulado, portando una maleta llena de sorpresas. Hablamos de artilugios y juguetes sexuales pensados y diseñados para el disfrute de la sexualidad femenina. Artículos que ella presenta y explica a las asistentes, dando lugar a un encuentro que pretende ser divertido, sano, y cuyo objetivo es compartir experiencias, generar debates y solventar dudas sobre sexo.
«Cada vez somos más abiertos a nivel sexual, sobre todo en la intimidad de la pareja», nos cuenta la psicóloga clínica Ana Villarrubia. Según ella, «ya no tenemos miedo o desconocimiento a los juguetes sexuales», algo que sin embargo no está reñido con el éxito de estas reuniones. «Los tuppersex triunfan por ser una actividad en sí misma. Es decir, no tienen tanto que ver con pensar o no en sexo, sino con compartir un rato con amigas en un ambiente transgresor, diferente en el que cada una de ellas se siente cómoda y dueña de su sexualidad. Es un rato para sentirse libres y reivindicar, como mujeres, la propia sexualidad desde un punto de vista únicamente personal, dejando a un lado a la pareja».
Así, el objetivo final de los tuppersex es pasar un rato ameno y diferente; y sobre todo, hablar, compartir y por qué no, también aprender de sexo de la forma más natural. Porque saber qué son, para qué sirven y cómo pueden contribuir los juguetes sexuales a mejorar nuestra vida sexual puede resultar muy instructivo y beneficioso. Sobre todo para aquellas mujeres más introvertidas y vergonzosas que jamás se atreverían a entrar en un sex shop a comprar o preguntar por un juguete sexual.
En este sentido, este tipo de reuniones también pueden resultar positivas a nivel personal para aquellas que se sienten especialmente cómodas en ese entorno de confianza y con un tema tan acotado. «Hay personas que encuentran en estas citas su oportunidad para ser reconocidas por el grupo. Ese ratito entre mujeres puede resultar importante para su autoestima por permitirles llevar la voz cantante por unas horas, ser las más atrevidas en los comentarios o adoptar un papel protagonista que en otros contextos les resultaría complicado», concluye la experta.
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