¿Sabes distinguir un orgasmo real de uno fingido?

Miguel Ángel Silvestre, Álex González, Cayetano Rivera y Bradley Cooper protagonizan los sueños más calientes de las españolas, según un estudio sobre fantasías sexuales llevado a cabo por el portal de citas Meetic. En el caso de los hombres, la cosa andaba muchos menos reñida: Cristina Pedroche, como objeto de deseo nacional, y Scarlett Johansson, como icono internacional. El estudio atestiguaba que, en el terreno sexual, nuestra imaginación no tiene límites. No en vano, puede decirse que nuestro órgano sexual más potente es nuestro cerebro, por su inmensa capacidad para imaginar, para fantasear con idílicas situaciones y para expresar nuestros más profundos deseos.

Un nuevo estudio, este más exhaustivo y llevado a cabo por Bijoux Indiscrets, empresa que comercializa productos eróticos pensados para mujeres, ha desvelado lo que ya se temía: ya fuera para satisfacer a su pareja o bien para dar por finalizada una relación sexual, más de la mitad de las mujeres ha fingido un orgasmo al menos una vez en su vida. Lo curioso es que sólo un 15% de los hombres dice ser consciente de que su pareja haya fingido. Y, aunque en menor proporción -un 8,4%-, algunos hombres también reconocen haber hecho tal cosa y por las mismas razones.

Pese a lo llamativo de estos datos, lo cierto es que no son más que la punta de un iceberg. Lo más preocupante no es que añoremos a hombres de cine o que estemos más centrados en aparentar que en disfrutar de un momento tan íntimo como es una relación sexual en pareja, lo preocupante es que todo ello sea la consecuencia de una deficiente educación sexual que alimenta expectativas falsas e infladas y nos deja desprotegidos frente a la realidad. No hay nada malo en fantasear con celebrities, pero sí lo hay en el hecho de que nuestra concepción del sexo se parezca más a la que el cine nos vende que a la pura realidad.

Este estudio, que recaba datos sobre la calidad de la educación sexual de los españoles y analiza las implicaciones que la información recogida a través de la ficción cinematográfica tiene para nuestra personal vivencia de la sexualidad, concluye que el 66% tiene una visión preconcebida de la sexualidad basada en la ficción. Sabemos que la visión que en las películas se plasma sobre las relaciones sexuales está considerablemente  distorsionada, y aún así, el cine representa nuestra mayor (o incluso la única) fuente de información.

De hecho, gracias a la encuesta llevada cabo por la firma de juguetes eróticos, sabemos que alrededor del 45% de las mujeres desearía que su vida sexual se pareciera más a la de los personajes de una película romántica. Del mismo modo, cerca del 40% de los hombres entrevistados desearía que sus relaciones sexuales fueran más parecidas a las que se presentan en las películas pornográficas.

Y, en la práctica, la mayoría de las mujeres dice utilizar gemidos muy similares a los que habitualmente se escuchan en las películas para provocar a sus parejas y acelerar o alimentar su excitación durante el acto sexual. Consideran además que a medida que se acerca el clímax, los gritos, gemidos y verbalizaciones han de tender a ser más intesos, más rítmicos y más mecánicos. Tal y como pasa en las películas.

Para denunciar nuestra falta de educación sexual, el estudio no se presenta solo. Lo acompaña una original iniciativa: La Librería de #OrgasmosReales. Para su creación, se pidió la colaboración de 30 parejas voluntarias que escucharon una serie de orgasmos fingidos por actrices. El 60% de los oyentes pensó que se trataba de grabaciones reales. Por eso se presenta esta librería de orgasmos con sonidos reales, porque la forma que toma el placer femenino es muy diverso. Además, muchas de las creencias adquiridas a través de estereotipos nos condicionan a la hora de la verdad e influyen negativamente sobre nuestra vivencia de la intimidad sexual.

¿Quieres descubrir cuál es el verdadero sonido del placer sexual de las mujeres? Olvídate del cine. Accede a La Librería de #OrgasmosReales y escucha el sonido del placer… o participa enriqueciéndola. Cada grabación de audio se traduce en un mapa de formas y colores que suponen una creación única para cada usuaria. Se pretende así construir un gran muestrario de realidad reflejando la diversidad del placer femenino, sin trampa ni cartón.