Como en cada comienzo de año o de temporada, nos proponemos una serie de retos a largo plazo con los que esperamos mejorar nuestra vida y adquirir nuevas capacidades. Uno de los más típicos es apuntarse al gimnasio. Después del verano, las comidas con amigos y los excesos de las vacaciones, siempre solemos coger algún kilo de más. Por ello, en septiembre decidimos apuntarnos al gimnasio, no solo para perder esos kilos que hemos ganado, sino también para mejorar nuestra forma física y llevar una vida saludable.
La práctica de deporte, además de ayudarnos a perder peso, también puede ser una excelente forma de aliviar el estrés que produce la vuelta al trabajo y la rutina. Pero para mejorar tu salud no solo debes practicar ejercicio. Debes mejorar tu alimentación y seguir una dieta equilibrada que te aporte todas las vitaminas y nutrientes necesarios para afrontar los días con energía.
Lo primero que debes hacer es marcarte un plan de ejercicio. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) lo ideal es reservar unos 30 minutos diarios para practicar deporte. Si eres una persona muy ocupada y te es imposible sacar tiempo, no te agobies, no es estrictamente necesario que todos los días vayas al gimnasio. Organízate bien el día y una vez cojas ritmo, lo más importante es ser constate y no dejar los días pasar. Pero como mínimo proponte practicar deporte cinco días a la semana.
Una vez te hayas fijado un plan, debes, con ayuda de profesionales, marcar una tabla de ejercicio. Para ello, piensa en los objetivos que quieres cumplir, si quieres perder peso, reducir la grasa de determinadas zonas de tu cuerpo o si quieres mejorar tu forma física. Pero lo más importante es que no empieces a hacer deporte a lo loco, ya que podrás lesionarte o producirte agujetas. Y es que antes de hacer ejercicio deberás estar unos 15 minutos realizando estiramientos.
Si tienes poca fuerza de voluntad e ir cada día al gimnasio se te hace cuesta arriba, lo mejor será que busques a una persona que te acompañe a hacer ejercicio. De este modo, te obligarás a ir cada día y evitarás el aburrimiento, ya que podrás realizar ejercicios en pareja y sacar el lado divertido al deporte. Además, si eres una persona competitiva podrás marcarte retos con tu acompañante y encontrar una motivación extra.
Una vez hayas empezado tu rutina y lleves unas semanas siguiéndola, empezarás a notar los resultados y ver cómo tu cuerpo va tomando forma, te cansas menos, reduces tus dolores de espalda y afrontas los días con mayor energía. Deja de ponerte excusas y de retrasar tus propósitos y mejorar tu salud.
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