La infanta Elena y Victoria Federica se pronuncian sobre la vuelta del rey emérito a España

Siguiendo el ejemplo del rey don Juan Carlos, la infanta Elena y Victoria Federica han celebrado este 12 de octubre acudiendo a una corrida de toros en Las Ventas. La hija y la nieta del rey emérito comparten con él su pasión por el mundo del toreo, y siempre que pueden van a la plaza. Sin embargo, la faena se ha visto ensombrecida por los rumores de una posible vuelta de don Juan Carlos a España, un regreso por el que ambas no han dudado en manifestarse ante los micrófonos de la prensa.

La infanta Elena habla de la vuelta del rey emérito

Ajenas a la polémica creada por la publicación en Francia de la biografía del rey Juan Carlos Mon Roi déchu, Mi Rey caído, la infanta Elena y Victoria Federica acudían a los toros en Las Ventas. Lo hacían por separado y con el semblante serio, dispuestas a no contestar a ninguna de las preguntas de los periodistas que las esperaban.

La infanta Elena fue la primera en aparecer acompañada de una amiga. Siempre discreta con los medios de comunicación, la hermana de Felipe VI atendía a la prensa para hablar sobre la corrida de toros que Morante de la Puebla, López Simón y Ginés Marín iban a realizar con motivo del Día de la Hispanidad. La sorpresa llegó cuando ante las preguntas de los periodistas sobre si desea que su padre regrese pronto a España, la infanta respondía con un escueto «sí, claro».

Victoria Federica confiesa que tiene «muchas ganas» de ver a su abuelo

Sin embargo, ella no fue la única que se pronunció al respecto en la tarde de ayer. Su hija Victoria Federica acudía también a la corrida junto a su amigo, el influencer Tomás Paramo, y dejaba claro lo que piensa sobre la vuelta de su abuelo a España. De hecho, tras la insistencia de los reporteros, Victoria Federica acababa confesando que tiene «muchas ganas» de don Juan Carlos regrese a nuestro país.

No sabemos cómo le habrán sentado a Felipe VI estas declaraciones de su hermana y su sobrina, aunque según Europa Press ellas parecían muy tranquilas. Tras pronunciar estas palabras, madre e hija se reunían a las puertas de la plaza, donde se fundían en un cariñoso abrazo. Sin embargo, tras compartir unos segundos, se despedían para disfrutar de la corrida por separado.