Así es el reloj que cambiará el mundo del fútbol
Se trata de un reloj inteligente que corregirá los fallos arbitrales y evitará posibles encontronazos entre colegiados, jugadores y aficionados.
«Antes muerta que sencilla» rezaba el título de una canción que representó a España en el Festival de Eurovisión junior en 2004, y éste parece ser el slogan que el mundo del fútbol ha tomado para sí en tiempo de cambios y aplicación de nuevas tecnologías. El pasado mes de febrero en Doha (Qatar) se celebró una macro reunión entre todos los representantes arbitrales que participarán en el próximo mundial de fútbol en Rusia, que dará comienzo el 14 de junio, para comunicarles las principales novedades que se vivirán en el evento y sobre todo la irrupción de la vídeo tecnología y la aplicación del VAR (vídeo assistant referee) que permitirá corregir posibles errores de los árbitros en jugadas trascendentes durante los partidos.
Un paso al frente decisivo en la aplicación de la justicia en un deporte que vive anclado en los ancestros y que pedía a gritos abrir la ventana al futuro. La conclusión: dotar al colectivo arbitral de los medios técnicos necesarios para el mejor y más justo desarrollo de su cometido. Paralelamente a la reunión en Doha, el pasado 27 de marzo se clausuró en la localidad suiza de Basilea la Baselworld 2018, la feria de la industria de la relojería más grande e importante del mundo, donde se presentan las últimas creaciones de relojería y joyería.
En la feria, ante la atenta mirada de más de cien mil visitantes y entre icónicos modelos de las principales marcas relojeras, la gran atracción ha sido, con diferencia, el Hublot Big Bang Referee. Se trata del reloj que lucirán en sus muñecas los árbitros durante el campeonato del mundo en Rusia y que les permitirá conocer en tiempo real si el balón traspasa o no la línea de gol, estar en contacto con los jueces que determinan, desde una sala y con monitores, los posibles errores (VAR), conocer estadísticas, cambios, tarjetas, tiempo y todos aquellos datos que faciliten la toma de decisiones sobre el juego.
Un reloj inteligente, de elegante diseño, de estilo futurista y que supone el primer smartwatch en la historia de la conocida compañía relojera Hublot, patrocinador oficial de la Copa Mundial de fútbol FIFA desde 2010. El Hublot Big Bang Referee es un reloj exclusivo y distinguido, de esfera grande (49 mm de diámetro) caja y bisel en titanio, con acabado satinado que capta muy bien la luz, seis tornillos en forma de H que aseguran el cuerpo, pantalla Amoled de 35″4 mm de diámetro, con una resolución de 400 x 400 píxeles, resistente al agua hasta 50 metros de profundidad y batería con una autonomía de un día.
Está equipado con el nuevo sistema operativo Wear OS de Google, antiguo Android Wear, lo que le permite, entre otras cosas, seguir la trayectoria del balón y estar conectado al Goal-Line con los sensores situados en la portería y que informarán, en menos de un segundo, si la pelota cruza por completo la línea de gol.
El reloj viene de serie con 32 esferas digitales, una por cada selección participante en el torneo, que lleva los colores de cada país y forma parte de una edición limitada a 2018 unidades que, a partir del día uno de mayo, podrá ser adquirido también por aficionados y coleccionistas que así lo deseen para recordar el histórico momento. Tendrá un precio de cuatro mil euros la unidad e incorporará la posibilidad de poder ver los goles repetidos del partido y de todo el campeonato y recibir, al momento, información de todo lo que pase durante la competición.
Recordamos que Hublot ya entregó a los integrantes de la selección española de fútbol una colección limitada de cien piezas del Big Bang Unico, reloj creado para la ocasión, por el triunfo de España en el Mundial de Sudáfrica en 2010, y que en la actualidad mantiene una estrecha relación con grandes clubes europeos como Bayern de Múnich, Chelsea, Juventus o París Saint Germain. Un reloj especial que, sin duda, servirá de gran ayuda para el colectivo arbitral en el desempeño de su trabajo, pero que se antoja exagerado en tamaño y precio para los aficionados. Un lujo para gente exclusiva y coleccionistas que quieran vivir, desde su muñeca, en la auténtica piel de los árbitros de fútbol.