El príncipe Andrés mantendrá sólo un título militar
La reina Isabel II dejará que su hijo se vista con el uniforme de la marina manteniéndole el título honorífico de vicealmirante de la Royal Navy.
El príncipe Andrés continúa en negociaciones con su madre, la reina Isabel II, para aplacar el escándalo de abusos sexuales en el que se ha visto envuelto desde hace meses. Su implicación en el caso Epstein y su demanda por parte de Virginia Roberts por abuso sexual ha supuesto un varapalo más para la institución ya de por sí golpeada desde hace años. Ahora, la monarca ha decidido mantenerle a su hijo, el príncipe Andrés, un título militar, concretamente el de vicealmirante, concedido tras servir en la Royal Navy durante la Guerra de las Malvinas.
El príncipe Andrés mantendrá el título militar de vicelamirante
Según publica The New York Times basándose en informaciones cercanas a la Familia Real, el príncipe Andrés mantendrá el que será el único de sus títulos militares. Éste servirá para aliviar la histórica humillación pública que está sufriendo como consecuencia de las acusaciones de abuso sexual en su contra.
Tal y como indican sus allegados, el hijo de la reina está «alicaído y roto» y a pesar de que podrá vestirse con el uniforme naval en ocasiones especiales «su reputación está hecha jirones y su vida pública ha terminado». Según publica el medio, incluso hay quien le ha llamado «vergüenza ambulante».
El acuerdo con Virginia Roberts
En cualquier caso, el príncipe Andrés ha negado siempre con vehemencia las acusaciones de Virginia Roberts. Ésta afirmó que el pedófilo Jeffrey Epstein la obligó a tener sexo con el hijo de la reina hasta en tres ocasiones, la primera en 2001 cuando ella tenía solo 17 años.
El príncipe, finalmente, ha llegado a un acuerdo económico con los abogados de ella para evitar el banquillo estadounidense por una cantidad de 12 millones de dólares. Un montante sin duda elevado que la monarca le ayudará a pagar. Éste es un asunto que preocupa a la ciudadanía, que se pregunta de dónde sacará Isabel II el dinero para aplacar la deuda y la vergüenza de su hijo.