Bruce Willis, expulsado de una farmacia por negarse a llevar mascarilla

Bruce Willis es el protagonista de la última polémica de Hollywood. El motivo, su comportamiento ante la crisis sanitaria que está atravesando el mundo debido al coronavirus. Y es que según han publicado varios medios estadounidenses, un dependiente de una farmacia de Los Ángeles echó al actor del establecimiento, después de que éste se negara a ponerse la mascarilla. Un actitud que tanto sus seguidores como los usuarios de las redes han condenado, y que han llevado a Willis a pedir perdón públicamente.

Echan a Bruce Willis de una farmacia por negarse a llevar mascarilla

Los hechos ocurrieron el pasado domingo en una tienda-farmacia de Rite Aid de Los Ángeles. Según publica el portal de noticias Page Six, Bruce Willis entró en el comercio sin mascarilla, algo que llamó la atención de uno de los dependientes de la farmacia, que se acercó a él para pedirle que se la pusiera. Ante la negativa del actor, el dependiente acabó echándole del establecimiento.

Una situación muy comprometedora para Bruce Willis, de la que además constan imágenes. Page Six publica en sus redes sociales una fotografía tomada el mismo día en el que ocurrieron los hechos. En ella podemos ver al protagonista de La jungla de cristal vestido de forma casual con una camiseta de rayas, unos vaqueros, una chaqueta y un pañuelo atado al cuello, pero sin rastro alguno de la mascarilla.

 

 

 

 

 

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El actor ha pedido perdón por su actitud

Tras saltar la noticia las redes sociales se llenaron de comentarios criticando la actitud del actor, llegando a convertir el nombre del mismo en Trendig Topic en Twitter durante varias horas. Un enorme revuelo que ha llevado a Bruce Willis a pedir perdón públicamente a través de un comunicado enviado en exclusiva a la revista People. «Fue un error de juicio; manteneos todos seguros ahí fuera y continuemos con las mascarillas», se ha justificado.

Sin duda, una actitud irresponsable si tenemos en cuenta los datos de contagios en Los Ángeles, uno de los centros de la pandemia en Estados Unidos. Desde que comenzara la crisis sanitaria, la ciudad ha registrado más de 959.000 casos y casi 13.000 fallecidos. Unos datos muy negativos que han seguido creciendo en las últimas semanas.