Elena Tablada se explica después del vídeo de la boda en el Casino de Madrid
Elena Tablada defiende que todos los invitados a la boda de su cuñada se realizaron una prueba de Covid-19 antes de acudir a la celebración.
Elena Tablada se ha visto envuelta en una nueva polémica. La ex de David Bisbal, acudía el pasado sábado a la boda de su cuñada, Beatríz Ungría, medio hermana de su marido Javier, con Jaime Navarro. Un evento que se celebró en el Casino de Madrid. La polémica surgió en las redes cuando uno de los invitados subió un vídeo de la celebración en el que se podía intuir a los invitados sin mascarillas y sin guardar la pertinente distancia de seguridad. Una actitud irresponsable que incumplía las medidas sanitarias impuestas por la Comunidad de Madrid para frenar la expansión del Covid-19.
Pues bien, después de cientos de críticas, la empresaria decidía ayer dar la cara dando a ABC una explicación: «Se nos hizo PCR a todos los invitados y solo pudimos acudir los que dimos negativo. Se cumplieron todas las normas».
Si tenéis que celebrar algo, hacedlo en Madrid, que no hay covid. Así se celebró ayer una boda en el Casino de Madrid. Eso sí, vivir bajo la vieja normalidad hay que pagarlo… pic.twitter.com/gAnWVtMbU9
— Redons (@Dr_Redons) February 7, 2021
Elena Tablada está muy concienciada con la pandemia
Elena, que ya ha pasado la enfermedad y que además vio cómo su abuela, Elena Tablada Moure, fallecía hace dos meses por esta pandemia, está muy concienciada con el virus. Otro que tuvo que dar explicaciones fue el chef Paco Roncero, responsable del catering ofrecido durante la fiesta: «Nosotros cumplimos con todas las normas» afirmó. Esta polémica se une a la que hace unos días protagonizó Elena cuando denunciaba a través de sus redes sociales la deshumanización que vivió su abuela en el hospital antes de morir.
Según su nieta, la matriarca del clan, «murió sola y sin entender lo que le estaba pasando». Elena Tablada explica que a su abuela no le fue permitido estar acompañada una vez ingresó en el hospital a pesar de ser una persona dependiente por edad y por tener demencia senil. «… 60 días sin parte de mi alma, de lágrimas diarias, con este vacío asfixiante, extrañándote y necesitándote. Ojalá entre todo lo que me enseñaste me hubieses enseñado también a vivir sin ti. Te amo y te necesito».