El año 2020 será recordado por Trump como su «Annus horribilis». Y es que no solo ha perdido la presidencia del país ante el demócrata Joe Biden, tras convertirse en el presidente más votado de la historia de los Estados Unidos. También terminará el año con una posible demanda de divorcio por parte de su esposa, Melania.
Desde que la pareja se instalara en la Casa Blanca, han sido muchos los momentos en los que la aún primera dama despreciaba a su marido y viceversa. De hecho, cuando Trump ganó las elecciones, Melania se quedó un tiempo en el lujoso apartamento de la Torre Trump de New York, sola, alegando que su hijo debía terminar el curso escolar.
Pero el cargo y la imagen de Primera Dama era más importante. Mientras su marido fuera el Presidente, la pareja debía seguir unida. Pero eso puede cambiar. «Melania está contando cada minuto hasta que él esté fuera de la oficina y pueda divorciarse», ha reconocido su ex-asistente Omarosa Manigault Newman al Daily Mail.
Pero Newman va más allá y declara que «si Melania intentara hacer la máxima humillación y se fuera mientras él está en el cargo, él encontraría la manera de castigarla». Y es que lejos de lo que pensábamos, Melania nunca quiso ser Primera Dama. «Ella nunca esperó que él ganara», confesó una amiga de la ex-modelo, quien aseguró que se puso a llorar de tristeza al conocer la victoria de Donald Trump en 2016. Y es que al parecer la pareja presidencial dormiría en camas separadas desde hace mucho tiempo. Como también aseguró la ex-asistente Stephanie Wolkoff. Si Melania finalmente pide el divorcio, sería un gran golpe al ego del todopoderoso Trump. Sumaría su tercer divorcio, después de Ivana Trump y Marla Mapleles.
No obstante, no sería la primera vez que una Primera Dama deja en la estacada a «su presidente» nada más abandonar el cargo. Lo mismo ocurrió con el ex-presidente de México, Enrique Peña Nieto. Una vez terminado su mandato fue abandonado por su entonces mujer, la actriz mexicana Angélica Rivera, apodada La Gaviota. En este caso, la Gaviota voló sin mirar atrás, como posiblemente lo haga Melania si de decide a llevar adelante su divorcio.
Además de todo esto, el año 2021 no será el mejor para Donald Trump. Una vez deje de ser oficialmente presidente de los Estados Unidos, el próximo 20 de enero, son muchas las cuentas que tendrá que rendir ante la justicia norteamericana. Al dejar de ser el hombre más poderoso del planeta, también perderá sus privilegios. ¡Dios bendiga a los Estados Unidos de América!
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