Las Kardashian vuelven en San Valentín al negocio de la provocación

Una saga que ha montado un imperio contando con sus cuerpos... y poco más.

Josep Sandoval. 04/02/2019

Se ignora el motivo por el que a la empresaria americana Kris Jenner se le ocurrió poner a los hijos que tuvo con Robert Kardashian nombres que empezaran con K como Kourtney, Kim o Khloe (tuvo además un hijo, pero se llama Robert); además de Kendall y Kylie, a las que tuvo con el olímpico Bruce Jenner, hoy la sofisticada Caitlyn Jenner. Podría ser que copiara la idea a los ex reyes de Bulgaria, Margarita y Simeón, cuyos vástagos llevan la misma inicial: Kardam, Kyril, Kalina, Kubrat y Konstantin, afortunadamente con carreras bien dispares.

Tampoco sé si las carreras empresariales de sus hijas están instigadas por ella, si son ideas de sus cerebros predispuestos o si alguien maneja sus hilos, pero lo cierto es que han montado un imperio contando con sus cuerpos… y poco más. Amasan millones como modelos o siendo imagen de todo tipo de productos, joyas, ropas, perfumes, aguas minerales, llaves de hotel… Cualquier producto que pueda llevar incluido el reclamo familiar, funciona.

Kim Kardashian, la precursora

Y todo a partir de un vídeo porno de Kim y su primera pareja que se convirtió en viral que echa humo aún, y eso que la grabación ya lleva unos años. Es extraño, además, que en un país tan (hipócritamente) puritano, haya funcionado una serie sobre la vida de estas chicas partiendo de las imágenes del vídeo inicial. Ahora nos llega el último lanzamiento de Kim, la iniciática hermana de todo el negocio. Dado que San Valentín está al acecho, ha lanzado no uno… sino tres perfumes al mercado.

 

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Y se ha fotografiado con los tres en unas posturas que, ustedes deciden, basculan entre lo erótico, lo absurdo y lo patético. Pero Kim es Kim y sus circunstancias y las tres, dice, se refieren a los nombres de la sección olfativa: Wifey, Baddie y Baby Girl que, respectivamente, serían algo así como la mujer burguesa, la chic mala y la aniñada.

Y para las «sugestivas imágenes» promocionales se «ha vestido» y peinado en el mismo estilo provocador (tan lejos del evocador siempre más elegante), al que nos tiene acostumbrados. Puestos a vender, Kim aprovecha y luce labios pintados con su lápiz Wearing Peach 1 y Peach Lip Limer, con un colorete (un rubor), llamado Destino. Anuncio completo.

 

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Kendall posa desnuda

Mientras, Kendall, la hermana pequeña de Kim, posa desnuda (no podía ser de otra forma), para Mert Alas, la mitad de Mert & Marcus (Mert Alas y Marcus Piggott), con destino al Vogue Italia. La modelo, aparte de pendientes sofisticado maquillaje, usa zapatos de tacón y guantes de goma, algo no muy original ya utilizado en otros desnudos, eso de los elementales útiles para el hogar y la epidermis esta ya un poco visto.

El reportaje se competa con otras imágenes en las que Kendall utiliza sugestiva lencería mientras habla por un teléfono blanco, algo también muy propio de la cinematografía italiana, la llamada precisamente época de los teléfonos blancos.

 

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Knock Knock 🌟 Kendall for @vogueitalia @kendalljenner #mertandmarcus 🌟see the rest in #vogueitalia #kendalljenner

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La relevancia de la noticia no está en el cuerpo ni la actitud de Kendall, sino su participación indirecta en un festival de música que resultó una fraude. Ella fue la imagen de dos fines de semana en la primavera del 2017, anunciados como de amor, fiesta y lujo en una isla perdida y deshabitada de Bahamas, promovido por el empresario Billy McFarland y el rapero Ja Rule. Pero tras pagar precios astronómicos los asistentes tenían tiendas de campaña, bocadillos infumables y cero comodidades.

Los organizadores están en la cárcel y los trabajadores están aún sin cobrar, por lo que solicitan a quienes participaron en la promoción, aunque fueran de modo indirecto, caso de Kendall, devuelvan el dinero (ella se embolsó 250.000 dólares) para compensar sus emolumentos insatisfechos. Ella, como otras modelos que participaron en la promoción, no se han pronunciado. Quizá ya se lo han gastado, pero en ropa ni maquillajes, seguro que no.

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