¿Percebes en lata? Sí, de Los Peperetes

Percebes en lata, sí. Arrancados de las rocas y el bravo oleaje del Atlántico en Roncudo, Cedeira o Fisterra, en la costa gallega, donde crecen los mejores ejemplares. Se presentan ya cocidos y pelados pero conservando su característica uña, listos para degustar (es aconsejable calentarlos antes).

Y almejas de Carril, con su concha y todo, al ajillo o en salsa verde, esperando dentro de un envase metálico a que les hinquen el diente. Estas son dos de las pioneras y sorprendentes propuestas de la firma de conservas artesanas Los Peperetes, una empresa familiar que desde 1990 selecciona lo mejor de las rías gallegas y lo envasa en unas latas redondas de esas que uno sueña con tener en la despensa.

Los Peperetes, producto gallego de máxima calidad

La filosofía de JELOPA S.L., propietaria de la marca Los Peperetes, es ofrecer producto gallego de máxima calidad, manufacturado con mucho cariño y con procesos totalmente manuales. Con una producción limitada a entre 300.000 y 400.000 latas anuales -mejor poco y bueno, parece ser la máxima que rige en la casa-, la conservera, con sede en Carril (Pontevedra), fue fundada por Jesús Lorenzo. En ella trabajan también su mujer María Antonia –responsable de las salsas y recetas- y sus tres hijos.

Un producto como los percebes en conserva encuentra salida en las inquietudes de gastrónomos de países tan dispares como China, México, Alemania, Inglaterra o Italia. Pero la singular apuesta sirve, sobre todo, para crear marca, ya que fue la primera empresa en encerrar a este crustáceo en una lata.

Mucho más que percebes

En cualquier caso, el amplio catálogo de la firma se basa esencialmente en clásicos del laterío fino, como navajas de Finisterre, sardinillas y sardinas en aceite de oliva, chipirones en su tinta, pulpo, huevas de erizo, vieiras, zamburiñas, ventresca de bonito… Míticos son sus gloriosos berberechos de las rías de Arousa y Muros, que se presentan en una formación tan impecable que ya la quisieran para sus ejércitos muchos generales.

Las hábiles y amorosas manos que colocan estos moluscos en las latas con tan estricta jerarquía– seleccionando uno a uno los de mejor tamaño -también evisceran almejas, recogidas sólo entre octubre y febrero, o pergeñan un escabeche que luego impregnará unos sabrosos mejillones… En total, una quincena de empleados mantienen vivo el espíritu artesanal de Los Peperetes, palabra de origen gallego que designa algo apetitoso. 

De Galicia al mundo entero

La mitad de la producción se destina a exportación, por el momento a 13 países. Desde hace poco más de un año, Los Peperetes se distribuye en Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico a través de un acuerdo comercial con el televisivo chef José Andrés, embajador de la gastronomía española en el gigante americano, que pone su imagen y su marca al producto.  

Con una facturación anual de en torno a un millón de euros, las ventas de la empresa han crecido en los últimos años a un ritmo entre un 2 y un 5% anual, estimuladas por el sector exterior. La pequeña conservera quiere intensificar esa estrategia de internacionalización y ahora trata de cerrar acuerdos de distribución para Emiratos Árabes y Japón. Además, trabaja en la modernización de su packaging, incluyendo el sistema de apertura fácil. Unas latas más cómodas de abrir, pero que continuarán atesorando el mejor producto que palpita en el fondo de las rías gallegas.