Así es el ‘Edificio Mutante’, el segundo más caro de Madrid

Si diseñar y construir un edificio desde cero (lo que se llama obra nueva) es una labor compleja e importante en la que intervienen muchos factores y actores y cuyo final es siempre producto del buen hacer de sus intervinientes, realizar la rehabilitación de un edificio simbólico de Azca, como el que ubica el número 77 de la Castellana, es, arquitectónicamente hablando, similar a restaurar un cuadro de Rembrandt. ¿Que exagero? ¿Que me quedo corto? Bueno, cuestión de opiniones…

En todo caso, la mentada torre cuya construcción finalizó en 1977 y diseñada por el arquitecto Manuel Aymerich fue vanguardista en la época, dado que introducía algo que aún hoy nos está costando utilizar. Hablamos de las fachadas acristaladas con paneles capaces de captar la energía solar y un núcleo central de hormigón armado que sustenta el edificio, mientras alberga en él las escaleras, ascensores, aseos e instalaciones, además de contrarrestar la fuerza del viento.

Después de la compra del inmueble por el Grupo GMP, el que llevó a cabo la reforma del histórico Castellana 81, se decidió por parte de la empresa que necesitaba una “puesta al día”, empezando así la rehabilitación que le ha hecho poseedor del sobrenombre de ‘Edificio Mutante’, además de incrementar su coste de alquiler hasta ubicarlo en el segundo más caro de Madrid por metro cuadrado (ahí queda eso).

Contaron para esta tarea con las expertas manos del estudio luis vidal + arquitectos, responsable de la fantástica imagen que presenta hoy el inmueble, compuesta por una fachada acristalada  con vidrios de baja emisividad y control solar, que se protege por unas lamas de Efte que no sólo salvaguardan el interior de las condiciones solares extremas, también se iluminan con sus múltiples dispositivos Led´s (siempre Led´s).

Está claro que la estética lo es todo para una fachada, así que la actual, cuya sencillez imposibilita la visualización de la compleja ejecución, es un reclamo importantísimo, tanto, que el proyecto ha ganado un International Property Awards en la categoría de Arquitectura de Oficinas de España. Pero eso no es todo, el edificio también ha obtenido la Pre-certificación Leed Oro, como premio a su responsabilidad medioambiental durante el diseño.

Para quién no lo sepa, el Castellana 77 se encuentra en la zona más cotizada de la capital de España, junto a emblemas como el Castellana 81 (antigua sede del BBVA), el Corte Inglés, la Torre Picasso y el Zara más grande del Mundo (en el número 79). Pero su estado era, como mínimo, preocupante, así lo expresa Luis Vidal: “Castellana 77 era el edificio más degradado de Azca, estaba sólo, huérfano, era el patito feo, un edificio aburrido y en decadencia. Le hemos dado una nueva identidad y hemos revitalizado toda esta zona de negocios”.

La revitalización ha modernizado las instalaciones interiores del inmueble, actualizando sus 18 plantas sobre rasante y recuperando para el uso de parking cuatro de las cinco plantas del sótano, en las que se podrán albergar hasta 200 vehículos, incluyendo plazas destinadas a vehículos eléctricos, de bajas emisiones y a 38 bicicletas. La altura del edificio, 62 metros, permite a los promotores poner en alquiler 16.289 metros cuadrados útiles de los 21.000 construidos.

Desde luego, en Acciona, la constructora principal, deben estar muy orgullosos de haber contribuido a las obras de este inmueble que recibirá la certificación en accesibilidad DIGA (Distintivo Indicador del Grado de Accesibilidad) creada por la Fundación Shangri-La, con la que premian los máximos criterios de accesibilidad para usuarios y visitantes y un uso de sus instalaciones en condiciones de igualdad, seguridad y confortabilidad, todo un ejemplo.

Pero vayamos al negocio, si decides alquilar tus oficinas en el Castellana 77 debes saber que la climatización se produce por medio de vigas frías (sistema de refrigeración mediante intercambio térmico entre columnas de agua y aire) garantizando eficacia, un aire más sano y mucho menos ruido, la iluminación se hará mediante un sistema DALI (Digital Addresable Lighting Interface) aportando la luz necesaria en cada momento, contarás con 8 ascensores, dos que llegan a las plantas de sótano y el resto desde la planta baja a la 17 y, no menos importante, tendrás seguridad los 365 días del año sus 24 horas.

Otro de los factores a tener en cuenta es que el complejo aspira a conseguir la certificación WELL en la categoría de Core & Shell, si sois habituales lectores de la revista ya sabréis que es un certificado concedido por el International WELL Building Institute™ (IWBI) donde se evalúan los edificios dependiendo de cómo cuidan a sus usuarios desde siete áreas diferenciadas: aire, agua, iluminación, nutrición, promoción del ejercicio físico, confort y mente. Que la empresa aspire a este certificado es una grata noticia, no lo dudes.

La empresa Iaso, responsable de la piel de Efte del exterior, nos cuenta que se han colocado 448 lamas con dimensiones de 1,52 por 0,60 metros según un estudio solar en base a la orientación de las fachadas (sur, este y oeste). La empresa Ferga, ha sido la responsable de las estructuras de aluminio portantes del Efte, en estas estructuras se incorporan las inigualables luces led, capaces de cambiar de color según las necesidades del nuevo icono madrileño.

A este inmueble le han dado una segunda oportunidad, entre los promotores GMP, los arquitectos (Luis Vidal y cía) y las distintas empresas intervinientes en la construcción (como Porcelanosa con su Krion, Vectoria con su ingeniería, Calter con sus estructuras, Iguzzini con sus luminarias, Noken con sus sanitarios o Shüeco con su experiencia en muros cortinas). Ahora les toca a los usuarios, a los ciudadanos de Madrid y a los visitantes disfrutar de esta proeza arquitectónica.