Dalí ‘okupa’ Rodeo Drive

Si hay un lugar en el mundo que es meca de las compras de lujo ese es Rodeo Drive. Es aquí donde este verano una docena de estatuas del maestro español Salvador Dalí pasarán la época estival. A pesar de que ya hemos visto algunas de ellas ocupando las calles más famosas de Nueva York o Tokio, según sus organizadores, esta será la primera vez en Estados Unidos que un número tan importante de esculturas saldrán a la calle.

Hasta el 23 de septiembre, los visitantes de las boutiques de Two Rodeo Drive tendrán la oportunidad de disfrutar del arte al tiempo que se dan un capricho comprando en las marcas de lujo más representativas del planeta. La exposición es una cesión del Stratton Institute, una institución que cuenta con uno de los catálogos del artista más completo y abundante del mundo.

Esta exposición confirma que el maestro surrealista no deja de ser un capricho para la élite estadounidense. Ya se lo rifaban cuando en 1933, gracias a un préstamo de su íntimo amigo Picasso, visitó por primera vez Nueva York (un año después de que la ciudad le dedicara su primera exposición en solitario). Y aún más, cuando tiempo después se exilió a Estados Unidos huyendo de la II Guerra Mundial. Dalí era el invitado que todos querían tener en su fiesta y el artista cuya firma querían en sus creaciones Coco Chanel o Alfred Hitchcock.

Una de las obras más famosas y reconocible del pintor, que hoy pende las paredes del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), la que evalúa la persistencia del tiempo usando relojes de mano fundidos, es -en su reinterpretación como escultura- una de las obras que saldrán al fresco. Con todo, será sin duda ‘El elefante del triunfo’ el que atraerá el mayor número de miradas. Con casi tres metros de alto, la figura estilizada de un elefante color verde esmeralda cabalgado por un ángel dorado, presidirá el devenir de las bolsas cargadas de los últimos diseños.

Para los que quieran profundizar más en la obra del artista, La Galeria Galerie Michael, uno de los colaboradores de esta exposición, ofrecerá visitas guiadas gratuitas. Por supuesto, como casi todo en Rodeo Drive, todas las obras expuestas están a la venta y una parte de su recaudación irá destinada a Operation Smile, una ONG dedicada a ayudar a los niños con labio leporino.

Sacar estas obras a paseo supone para los organizadores el desembolso de una cantidad muy relevante de dinero. Las obras más pesadas, que normalmente residen en Chiasso (Suiza), deben viajar por barco, se necesitan grúas para su instalación, que se lleva a cabo en unos 10 días, hay que pagar un seguro que cubra cinco millones de euros, etc. Sin embargo, la rentabilidad es tal, que espacios como Rodeo Drive no dudan en acometer la empresa.

Empaparse de genialidad española mientras se va de compras por Beverly Hills es una situación tan surrealista como la propia obra del artista, pero como “andamos justos de genios”, dudo que pronto tengas mejor oportunidad.