Málaga apuesta por el arte

Málaga ha entendido perfectamente que «no solo de espetos y playa vive el hombre» y se ha lanzado, con una determinación férrea, a hacerse un hueco en el panorama artístico internacional. Su dedicación en esta dirección durante la última década la ha llevado a figurar entre los destinos de turismo cultural más importantes del mundo. Todo apuntalado sobre un decidido empuje político, una red de técnicos excelentes y un proyecto de futuro con una dirección y claridad que para sí quisieran otras grandes ciudades españolas.

Reflejo de este concienzudo plan son, por ejemplo, los 37 museos y centros expositivos con los que cuenta la ciudad o el hecho de que el año pasado fuera nombrada capital del coleccionismo de Arte Contemporáneo Español.

Las noticias este año tampoco defraudan. En apenas unos días, se dará el pistoletazo de salida a la primera feria de arte celebrada en la ciudad y que lleva por título Art Fair Málaga’17. La cita tendrá lugar del 30 de junio al 2 de julio y albergará a más de 400 artistas y 40 galerías de arte. Art Fair Málaga ’17 se convertirá así en la segunda Feria Internacional de Arte Contemporáneo más grande de España sólo superada por Arco. Ahí es nada.

Las consecuencias de esta vorágine cultural no se han hecho esperar. El pasado abril, el ayuntamiento de la capital de la Costa del Sol presentó la marca ‘Málaga Ciudad de Museos. Donde habita el arte’, con el interés manifiesto de subrayar aquello que tantas alegrías les está dando. Aunque ‘Málaga, ciudad genial’ seguirá siendo la referencia turística general del destino, la recién estrenada submarca está siendo proclamada a pleno pulmón buscando favorecer, una vez más, la vinculación de la capital andaluza con el arte de primer nivel.

Las estadísticas revelan que esta apuesta por la cultura está siendo fructífera. Cinco de los diez museos más visitados de España están en Málaga. Y es que, en la capital andaluza se concentra la flor y nata de las pinacotecas. En los últimos seis años la ciudad ha abierto los brazos a la inauguración en 2015 del Centre Pompidou Málaga, difusor de propuestas artísticas de total contemporaneidad, y en 2011 del Museo Carmen Thyssen Málaga que alberga 285 obras de la colección privada de Carmen Thyssen-Bornemisza.

Un suma y sigue que tira del hilo de propuestas anteriores no menos relevantes, como fueron las inauguraciones en 2003 del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga y del Museo Picasso de Málaga. Efectivamente, la figura de Picasso continúa siendo uno de los reclamos culturales más potentes de la ciudad pero sin pasar por alto que varios de los museos de la ciudad siguen apostando por la difusión sin descanso del arte más actual.

Desde el ayuntamiento de la ciudad se deshacen en elogios hacia lo que ellos mismos han conseguido. Dicen haber consolidado la capital andaluza en la vanguardia de las expresiones artísticas y que este modelo ha servido para impulsar el conocimiento y la innovación, la educación y el emprendimiento cultural. Subrayan, además, cómo esto ha derivado en la renovación de las expectativas del turismo que visita Málaga.

Y hacen bien en presumir y en sentirse orgullosos de estar dando un giro de tuerca a la fácil fórmula del turismo del pescaíto frito y la crema solar. Málaga es un gran ejemplo de que crecer a costa de todo no es la única opción y que crecer en pro del arte es una de las alternativas.