¿Te ha ocurrido alguna vez que al llegar a casa te has encontrado con la sorpresa de que parece el día después de una batalla campal y el autor es tu perro? Tienes que corregir ese comportamiento. Recuerda que quien manda eres tú, no el animal. Y además él estará muy agradecido de vivir en un ambiente ordenado con normas y no, en uno errático.
A pesar de que hay razas, como las cazadoras, que por su genética tienen mayor inclinación a utilizar la boca para coger objetos, todos los perros utilizan la boca como sentido del tacto pues tienen allí gran cantidad de sensores táctiles que les proporcionan gran información. Los perros y áun más los cachorros, utilizan el olfato, el oído, la vista, el gusto y el tacto para explorar el mundo a su alrededor, como cualquier mamífero.
La mayoría de los perros prefieren masticar cosas que huelen a ti, como zapatos, calcetines, guantes, zapatos, juguetes de niños, prendas de ropa, bolsas de plástico, medicinas, carteras y monederos, e incluso muebles. Si tu perro sigue prefiriendo tus zapatos a sus juguetes masticables, puedes probar a dejar el juguete masticable dentro de tu zapato por la noche. Por la mañana, el juguete masticable debería tener un olor más atractivo para tu perro – ¡funciona! También hay unas pastas y aromas con las que puedes untar sus juguetes y los harás más atractivos para ser mordidos por ellos.
Razones por las que un perro destroza lo que encuentra a su paso.
1.- Ansiedad causada por la separación. Cuando los perros se quedan solos en casa suelen sentir ansiedad causando lloriqueos, ladridos y comportamientos destructivos. Evita despedidas tipo Hollywood, no te vas a la guerra de los 100 años, sólo a trabajar o a hacer unas compras. Deja música puesta a un volumen civilizado, déjale tu perfume por el ambiente, estará más calmado. Son dos trucos que se ha comprobado que funcionan estupendamente.
2.- Aburrimiento: Los perros suelen morder objetos cuando están aburridos. Masticar cosas les puede parecer divertido. Porque aprenden cosas nuevas. Recuerda que los perros necesitan ejercicio físico y actividad mental. Explorar texturas, olores y tener nuevas experiencias. Proporciónale diferentes juguetes para que pueda canalizar su curiosidad a través del juego adecuado.
3.- Hiperactividad: Ejercítale diariamente. Dependiendo de su edad y su raza deberá hacer un ejercicio apropiado. Si lo realiza cada día, tu mascota no se aburrirá, mantendrá sus niveles de energía equilibrados y su metabolismo en niveles normales. El aburrimiento y los altos niveles de energía son algunas de las razones más comunes del comportamiento destructivo.
4.- Dolor de encías propio de los cachorros a los que están saliendo o cambiando los dientes.
CACHORROS. Entre 3-6 meses es normal que tenga esta tendencia, porque le están saliendo los dientes, pero hay que enseñarle. El cambio y salida de nuevos dientes les produce escozor e irritación en las encías además de dolor y morder objetos, les alivia.
MÁS DE UN AÑO: A partir del año, el perro deja de ser un cachorro. Este comportamiento se suele achacar a la falta de ejercicio, al aburrimiento y a la ansiedad. Lo mejor es ejercitarlo con juguetes interactivos, jugar con él, tener otra mascota más para que se entretengan juntos, ponerles música -se ha comprobado que es verdad su efecto calmante sobre los animales-.
EDAD AVANZADA: Los perros de avanzada edad pueden sufrir un trastorno llamado Síndrome de Disfunción Cognitiva, es una enfermedad similar al Alzheimer en los humanos. Esta enfermedad afecta entre otras muchas cosas a la capacidad de aprendizaje del perro y a su memoria. Para tratar estas enfermedades es recomendable acudir al veterinario de confianza.
SOLUCIONES. El 60% de los perros dan problemas cuando se quedan a solas. Es un hecho. Estos perros no han sido educados. En cambio, los que son adiestrados para estar tranquilos al quedarse a solas no dan ningún problema por más tiempo que se queden sin compañía.
Si lo sorprendes mordiendo algo debes ser coherente, constante y firme. Debes anticiparte a lo que vaya a hacer o si ya lo está haciendo decirle NO siempre que esté mal. Quítale lo que muerde, llévalo 10 min a otro sitio y cuando lo vuelvas a traer dale uno de sus juguetes, déjalo que lo muerda y lo premias. Acarícialo y dile «muy bien». Si no lo has pillado «in fraganti» es absurdo reñirle. No sabrá por qué lo haces.
Hay una especie de jaulas o parquecitos que César Millán «el encantador de perros» utiliza en sus entrenamientos y resultan muy prácticas. A tu regreso, el perro querrá jugar, es el momento ideal para que lo hagáis.
JUGUETES
Para evitar que se acostumbre a morder nuestras cosas es recomendable que le compremos juguetes que pueda morder: huesos, pelotas… Antes de darle cualquier objeto debemos asegurarnos que no sea tóxico ni perjudicial para su salud y que tenga un tamaño adecuado para evitar ahogamientos. Lo ideal es que sean específicos para perros y que no se parezcan a objetos que no queremos que coja. Particularmente, me encantan los juegos que estimulan su inteligencia: aquellos de los que tienen que sacar una galletita de un laberinto o resolver un pequeño problema.
Los juguetes que pitan o hacen ruido suelen ser sus preferidos, pero acabarán con tu paciencia rápidamente. Los huesos, siempre de un tamaño adecuado para no producir ahogamientos, preferiblemente de jamón. Nunca de pollo, ya que pueden astillarse. Los huesos de nylon son preferibles a los huesos de cuero crudo porque son más resistentes y además los hay con sabores y distintas texturas, ideales para la etapa de cambio o salida de dientes.
ERRORES QUE NO DEBES COMETER
Permitir que muerdan manos y/o pies. La gran mayoría de cachorros también muerden las manos, pies y tobillos de las personas que están a su alrededor. Muchas veces muerden al dueño, a los niños de la casa y al personal de servicio cada vez que consiguen atraparlos. Podría morder a tus visitas pero también a las personas por la calle.
Cuando el cachorro muerde a una persona (mano, pie, tobillo, etc), la persona debe decir con voz fuerte y firme ¡NO! e interrumpir el juego, mantenerse serio e ignorar al cachorro durante al menos tres minutos. Es importante que nadie permita que el cachorro “juegue a morder” ni siquiera una vez, si no, generaremos confusión.
Si la mordida se vuelve más intensa o si hay indicios de que el mordisqueo es también relacionado con la agresión, hay que consultar con un psicólogo canino o en su defecto con un entrenador profesional de perros.
PERMITIR QUE MUERDAN LA CORREA. Nunca juegues con tu cachorro a morder la correa. Luego no te quejes que durante el paseo también lo haga. El movimiento de la correa activa el instinto de caza/depredación. Durante el paseo, en muchas ocasiones, la correa se mueve por delante de la cara y por lo tanto, de los ojos del cachorro. Este movimiento hace que instintivamente el perro quiera morder la correa. Hay que procurar que la posición de la correa sea lateral con respecto al cachorro y no cruzarla por delante de su cara.
También muerden la correa porque están deseando salir a la calle y tiran de ella de ese modo, con ansiedad y si son jóvenes como una forma de juego y manifestación de alegría. Existen en el mercado unas correas anti mordiscos que además de ser de doble capa de nylon llevan chili -pimiento picante-. Yo no soy nada partidaria de este tipo de métodos que recuerdan a épocas muy pasadas, afortunadamente. Prefiero los estímulos y la educación en positivo.
JUGAR AL «TIRA Y AFLOJA». No se debe hacer porque estimula el comportamiento de «mordedor compulsivo» del perro. Además de entrar en el terreno de la competición no correcta y cuando él gana, refuerza su comportamiento, e incluso, gruñirá en cuanto se le lleve la contraria. Recuerda que quien tiene siempre el mando eres tú.
Es un tema serio éste de los destrozos causado por perros. Ya hay sentencias en las que se han llegado a imponer hasta 7000,00 € de multa a la inquilina de un inmueble por los daños causados por el perro y es que no todo el mundo es Sarkozy que según las malas lenguas sus perros causaron daños en los muebles del Palacio del Elíseo que tuvieron que ser restaurados parcialmente por el servicio estatal de mobiliario y además contratar a un experto externo al que hubo que pagar unos 6.600,00 €.
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