El hotel más curioso de Holanda tiene 68 casas apiladas y está en Zaandam

Si te crees inmune a la sorpresa, visita la ciudad de Zaandam, pasea por sus calles, y descubre sus tradicionales viviendas gracias al Inntel Hotel.

Muchos piensan que la mal llamada «arquitectura espectáculo« es una expresión del ego del arquitecto de turno, la consecuencia de una sociedad enferma, o el efecto colateral de la corrupción de los órganos administrativos, y, por lo tanto, modifica la idiosincrasia de los lugares donde se construye. Nada más lejos. La arquitectura, como la vida, es puro espectáculo. Negar esto es negar la esencia del arte y cercenarnos la posibilidad de crear y crecer, o crecer y crear.

El hotel Inntel Hotels Zaandam se compone por 68 casas típicas de la ciudad
apiladas una encima de otra

Un hotel compuesto por 68 casas apiladas

En marzo de este año se celebró un importante hito en la ciudad de Zaandam. Hablamos del décimo aniversario de la construcción del actual Inntel Hotels Zaandam, un edificio que mezcla a la perfección la personalidad del lugar, su entorno, sus raíces, y la esencia misma de la arquitectura: el espectáculo, obviamente. Un edificio que crea un entorno que antes no existía y que sirve como reclamo cultural y turístico al mismo tiempo.

Las casas que componen el hotel se ajustan al estilo tradicional de Zaandam y el color
verde típico de las viviendas

Su cambiante silueta imita el apilamiento de, nada más y nada menos que, 68 casas del estilo tradicional constructivo de Zaandam. Una suerte de caos bien organizado que nos lleva a la sorpresa con la máxima sencillez y que, aunque nos parezca una idea loca, nos encanta y nos hace sonreír. Tal es así, que su visualización puede llevar a preguntarnos si es real. ¿Un montón de casas, con sus frontones, ventanas y cubiertas descolocando nuestros sentidos?

El plan de modernización de la ciudad de Zaandam

En el solar ocupado por este magnífico inmueble existía otro hotel del mismo operador que financió el nuevo. El hotel originario se construyó en 1986 y se demolió para la construcción del actual. No obstante, su loca imagen nace de un programa de remodelación urbana que gestó la ciudad para este barrio en 2003. Dicho programa se llamaba Inverdan, y quería crear un moderno espacio metropolitano con oficinas, tiendas, edificios públicos, residencias, un hotel y un mejorado transporte público.

Una de las peculiaridades del hotel es que se construyó sobre un viaducto

Así pues, los promotores encargaron al estudio de arquitectura WAM Architecten, oriundos del país, la creación del nuevo hotel, en el que terminaron invirtiendo 15 millones de euros y que alcanzó los cuarenta metros de altura. En sus doce plantas alberga 160 habitaciones, piscina, un centro wellness, un gimnasio, una sala de conferencias y un bar-restaurante. Este proyecto generó bastante polémica en su momento, pero valientemente, promotor primero y ayuntamiento después, dieron vía libre al «apilamiento».

El hotel tiene 40 metros de altura y fue obra del estudio WAM Architecten

Un hotel muy original, que muestra cómo son las casas tradicionales de Zaandam

El arquitecto Van Winden puso a prueba los límites de lo aprobado con el plan Inverdan. Básicamente pretendía modernizar el barrio, pero con un aire tradicional, y este edificio lo cumplía, manteniendo una estética tradicional, pero muy original. Al final, la «cordura» se mantuvo y dieron el visto bueno al diseño, tal vez, con la esperanza que no se pudiera llevar a cabo. En fin, mira que a veces somos mal pensados.

La construcción del hotel contó con una inversión de 15 millones de euros

La envolvente no sólo simula un agrupamiento de casas típicas de la región, también es un catálogo de sus tonalidades verdes, de las geometrías de sus ventanas, de los distintos frontones y de las cubiertas tradicionales a dos aguas. El exterior está construido con prefabricados de madera y completado con placas de fibrocemento, un material de gran durabilidad, consistente en la inclusión de fibras de celulosa en una masa de cemento.

Aunque todo el hotel sea de color verde, en la parte superior se encuentra la
casita azul, en homenaje a Claude Monet

El original edificio se sustenta gracias a muros y columnas de hormigón

Hace unos años, el fibrocemento incorporaba fibras de amianto o de asbesto, pero después de demostrar que los dos elementos podían producir cáncer se prohibió su fabricación y uso. Si tienes todavía placas de este tipo en tu vivienda, no te alarmes, sus efectos son nocivos cuando se manipula, secciona o corta, aunque no está de más que hables con un profesional de tu zona para sustituir estos elementos por otros más actuales y menos nocivos.

La estructura del edificio se sustenta en muros y columnas de hormigón armado, elevándose ésta en vertical hasta la coronación, mediante forjados del mismo tipo. En el interior, se utilizó, según la empresa que llevó a cabo la construcción, Ballast Nedam, entramados de metal, dejando espacios y cumpliendo los requisitos necesarios para una eventual actuación de los bomberos, al mismo tiempo que se realizaba un adecuado aislamiento acústico, probablemente con lana mineral.

El proyecto del hotel fue muy polémico en la ciudad y el ayuntamiento les
concedió el permiso pensando que nunca conseguirían construirlo

La casita azul, la más especial del hotel de Zaandam

Otra de las particularidades de la obra fue la ejecución de parte del hotel sobre un viaducto. Éste no pudo condenarse totalmente, así que se tuvo que ingeniar un encofrado que sirviera como plataforma de trabajo y, al mismo tiempo, permitiera el tránsito de vehículos (incluyendo bicicletas, el transporte más popular del país). Las habitaciones de hotel poseen numerosas imágenes antiguas que cubren las paredes, haciendo única cada una de ellas. Un recurso muy moderno que casa muy bien con la idiosincrasia del hotel.

Este bonito hotel de Zaandam posee 160 habitaciones, piscina, centro wellness,
gimnasio y un bar restaurante

No podemos terminar el artículo sin mencionar la casita azul que se encuentra en la esquina superior, y que no es el color más tradicional de Zaandam. Esta vivienda es un homenaje al paso de Claude Monet por la región en 1871. En este viaje el pintor creó el magnífico cuadro llamado La Casa Azul, inspirado en la región. Sin duda, un verdadero toque distintivo y cultural para el moderno edificio.

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