España apuesta por la ecología en la Expo de Dubái

Entrevistamos a los creadores del pabellón español, el estudio Amann-Cánovas-Maruri, cuya espectacular propuesta conecta el presente y el futuro de la sostenibilidad.

Se acerca la Exposición Universal de Dubái que tendrá lugar en 2020. Su inauguración será el 20 de octubre de ese mismo año y su finalización está prevista para el 10 de abril de 2021. Casi medio año para disfrutar de un evento internacional de primer nivel, en el que los países participantes van a poner todo su buen hacer en destacar positivamente ante la comunidad internacional. Esta exposición universal será muy especial, por celebrarse en la ciudad más ostentosa del mundo, ¿te la vas a perder?

La Exposición Universal de Dubái se celebrará entre 2020 y 2021

Desde la primera Exposición Universal ha llovido bastante. Fue en el año 1851 en el Hyde Park de Londres, en la que participó España (por si te lo preguntabas) y su motivación fue la de mostrar al mundo los progresos en la industria. Pero, por mucho que haya llovido y por mucho que haya cambiado el planeta, se puede decir que la intención es la misma: exponer el progreso que se ha alcanzado y el que está por venir, dentro de una sana y fructífera competencia.

Debido a su carácter nómada, el evento va dejando huellas económicas y sociales por los lugares por los que transita. Fe de ello pueden dar las ciudades de Barcelona, Sevilla y Zaragoza. Aunque la industria (de todo tipo) es la gran estrella, otras ramas tienen mucho que decir, como la gastronómica, en la que los países participantes vuelcan todo su buen hacer y la que más me gusta; o la arquitectura, que ha legado verdaderos regalos en cada Expo.

El pabellón de España será totalmente reciclable

El pabellón que representará a España ha sido diseñado por el estudio de arquitectura Amann-Cánovas-Maruri, una verdadera apuesta por no construir un inmueble más, al contrario, su intención es la de crear un elemento con carácter, capaz de vincular las condiciones de espectáculo que requiere la actividad a la que va destinado y la necesidad humana de disfrutar de lugares amables e inteligentes. Para mí lo han logrado, además, con creces.

Las personas que se desplacen, en las fechas previstas podrán vislumbrar un elenco de plazas conectadas, creando espacios comunes e individuales, buscando cercanía y amabilidad por medio de los materiales más certeros, buscando la tranquilidad como elemento de distinción. Podremos disfrutar de ambientes agradables, sombras, bancos, agua para beber o para escuchar, o simplemente, aire a temperaturas ideales. Pero… ¿Cómo lo consiguen?

Los conos bioclimáticos reducirán la temperatura de forma pasiva

Los diseñadores proponen un conjunto de conos elevados conectados en su parte inferior, sus distintas dimensiones albergan distintas texturas interiores, involucrando al visitante en la aventura de conocer, en horizontal y en vertical, cada detalle del edificio. Los conos bioclimáticos permiten la reducción de la temperatura de forma pasiva (sin consumo energético), además, se ayudan de aeraspiratos (ventiladores que utilizan la fuerza del viento para extraer aire), células fotovoltaicas, un sistema de atemperamiento de aire subterráneo (fantástico) y canales de agua en un circuito cerrado para alterar el ambiente sonoro y climático.

En la construcción se usarán principalmente elementos en seco

Con ello van a conseguir que el 60 por ciento de la energía obtenida sea mediante fuentes renovables, que otro 60 por ciento del espacio del Pabellón está atemperado con sistemas bioclimáticos pasivos. Pero, aún hay más, porque el 90 por ciento de la construcción se realizará con elementos en seco, evitando así mucha contaminación. El 85 por ciento del pabellón se fabricará en España, además, todo el Pabellón es desmontable y reutilizable por segmentos. Dicho esto (perdón, escrito esto) pasamos a mostraros la entrevista que los arquitectos nos han concedido:

Un espacio diáfano para disfrutar de la oferta cultural de España

The Luxonomist: Habéis ganado el concurso para la creación del Pabellón de la Exposición Universal Dubái 2020… ¿Qué significa para vosotros?
Amann-Cánovas-Maruri: Siempre nos hemos dedicado a hacer concursos. El 90 % de nuestro trabajo proviene de ahí. Es un concurso importante, pero también es el quinto que ganamos fuera de España. Sin duda es una buena oportunidad.

TL: ¿En qué basáis vuestra propuesta? ¿Qué características resaltáis de ella?
ACM: La condición de adaptación al clima y una reflexión profunda sobre el espacio público. Una exposición de este tipo no tiene necesariamente que tener una respuesta de vulgaridad comercial.

TL: ¿Cuáles han sido las pautas de diseño?
ACM: Obtener un resultado en los que los parámetros de reciclaje y sostenibilidad estén presentes en todas las fases.

TL: ¿Qué factores influyen para un proyecto como éste?
ACM: Fundamentalmente el movimiento de una gran cantidad de personas, pero también un cierto grado de representación. En nuestra opinión como inocular domesticidad a un edificio público.

En su interior se podrán hacer todo tipo de exposiciones y eventos

TL: ¿Cómo funciona el complejo? ¿Cómo disfrutará el visitante de él?
ACM: En dos niveles, el superior es una plaza pública en el que aparecen los servicios de restauración y venta de productos españoles, es fundamentalmente un lugar a la sombra, el inferior es un plano en el que se desarrollan las exposiciones temáticas. Es un espacio protegido de sol y refrescado por el terreno. Una máquina de exponer. Ambos espacios se conectan por una rampa circular que constituye la charnela entre los distintos usos.

TL: El Pabellón tiene un marcado carácter sostenible… ¿Están ahora los arquitectos más comprometidos con la sostenibilidad que en el pasado?
ACM: Es indudable que el signo de los tiempos pasa por la sostenibilidad. No sé si los arquitectos tienen más conciencia de ello pero estoy seguro de que no quieren quedarse atrás.

TL: ¿Cómo funcionan los edificios y cómo favorecen la eficiencia energética?
ACM: La morfología del edificio tiende a generar condiciones para evitar el consumo de energía. Los conos disipan el calor y la ventilación cruzada, aportan corrientes de aire fundamentales para crear una sensación térmica aceptable en un lugar extremo. La decisión de enterrar parte del pabellón contribuye del mismo modo a amortiguar el consumo energético.

La madera será el material principal en la elaboración del pabellón

TL: ¿Qué materiales habéis utilizado y por qué?
ACM: Los conos se construyen de manera ligera con telas y estructura metálica; el conjunto del pabellón con estructura en madera, así como sus acabados. Es importante la reutilización y el posible traslado del pabellón y por tanto un montaje y desmontaje inteligente.

TL: ¿En qué fase se encuentra la construcción?
ACM: Estamos acabando el proyecto de ejecución. Por supuesto que el proyecto muta en fase ejecutiva.

TL: ¿Qué se espera de las empresas responsables de la construcción del edificio?
ACM: Todavía no tenemos empresa constructora. En cualquier caso, la arquitectura se produce a través de un trabajo colectivo en el que la colaboración de todos los agentes implicados es sustancial.

TL: El reciclaje es un elemento clave de vuestra propuesta… ¿Cómo se consigue que un elemento sea reciclable? ¿Tienen o prevéis que tengan un uso definido algunos de ellos en otro lugar?
ACM: Como ya hemos comentado los materiales empleados son reciclables y el pabellón puede ser reutilizado como unidad o desgajado por partes y ensamblado en otros lugares. Es hermoso pensar que cada uno de los diecisiete conos pueda reconstruirse en lugares distintos. El pabellón es una planta con múltiples esporas. La segunda vida es uno de los pilares del proyecto.

TL: ¿La experiencia de “bEcOminG” de la Bienal de Venecia ha influido en este proyecto? ¿De qué forma?
ACM: Son dos proyectos radicalmente distintos. El de Venecia es una reflexión intelectual sobre los mecanismos de producción de la arquitectura a través de la aportación de más de trescientos grupos de arquitectos. Fue un trabajo esperanzador puesto que en él se reconoce una nueva forma de entender nuestro trabajo colectivo. Dubái es un proyecto de compromisos, con el clima, con el contexto, pero también con la condición representativa. El pabellón no puede olvidar que es la imagen de la marca España.

TL: ¿Cuáles son las mejoras que creéis puede aportar vuestro diseño a los futuros proyectos que hagáis?
ACM: La arquitectura al construirla te construye, te hace mejor porque a través del trabajo entiendes los problemas de una manera transversal, relacional. Cada uno de los proyectos es la consecuencia de los anteriores. Nada es nuevo, solo planteamos un orden distinto de las cosas.

El pabellón estará integrado por 17 conos

TL: ¿Había límite económico para el proyecto? ¿Cuál será el coste final estimado de la construcción?
ACM: Hay también en nuestro trabajo un esfuerzo de contención económica.

TL: ¿De qué os gustaría que se percataran los visitantes de vuestro pabellón?
ACM: Que entendiesen el valor de la arquitectura, que como la poesía es un arma cargada de futuro.

Ahora toca esperar un año para poder disfrutar de esta maravillosa actuación arquitectónica, con la que muchas personas aprenderán el valor de arquitectura, otras tantas lo confirmarán. Y lo más importante, contribuirá a buen seguro a que el futuro sea un poco mejor. Así que habrá que ir planificando un viaje a Dubái para finales de 2020 o principios de 2021.

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