Yucatán, la primera comedia de Luis Tosar
Daniel Monzón dirige esta película de timadores divertida, tierna, ingeniosa y muy entretenida.
El verano pide comedias en la gran pantalla, algo refrescante que divierta y entretenga a partes iguales. Si a eso le añades un buen reparto y una historia con más fondo que provocar una simple carcajada, ‘Yucatán‘ es una buena propuesta.
Sinopsis: Lucas (Luis Tosar) y Clayderman (Rodrigo de la Serna) son dos estafadores, profesionales del engaño a turistas ingenuos en cruceros de lujo. Hace años trabajaban juntos, pero la rivalidad por Verónica (Stephanie Cayo), la bellísima bailarina del barco, les hizo perder la cabeza y dio al traste con su sociedad. Ahora trabajan por separado, Lucas en el Mediterráneo y Clayderman en el Atlántico. Ese fue el acuerdo. Pero un inesperado botín impulsa a Lucas a irrumpir en el barco de su ex socio, lo que convierte la exótica travesía de Barcelona a Cancún, pasando por Casablanca, Tenerife, Brasil y la selva de Yucatán, en un encarnizado duelo de tramposos sin ninguna regla, pero muchos golpes bajos…
‘Yucatán’ es una comedia clásica en la que la música adquiere gran peso protagonista. Rodada durante 11 semanas en tres continentes diferentes -Europa, África y América-, visitando México, Brasil, Canarias, Marruecos, Madrid y Barcelona en una travesía de dos semanas en alta mar por el Océano Atlántico en un crucero real con pasajeros a bordo. Es una ‘boatmovie’ en la que los personajes no sólo recorren ciudades, océanos y continentes, sino también distintos géneros como la comedia, el musical, el cine de aventuras, el drama… ‘Yucatán’ es una película de timadores divertida, tierna, ingeniosa y muy entretenida, con Luis Tosar en un papel cómico por primera vez.
El director Daniel Monzón confiesa que “como toda película itinerante, en este caso marítima, ‘Yucatán’ también es un viaje emocional. Se trata de un divertimento preparado sin el menor complejo para el disfrute -como el propio pianista del crucero le dice al público al principio-, pero que trata de no olvidarse de conmover por el camino, de intentar que sus personajes le importen a uno, porque de lo contrario sería un viaje hacia ninguna parte”.
‘Yucatán’, como un crucero, es una película coral con un enjambre de personajes. Todos se mezclan y confunden, igual que en la cubierta de uno de estos barcos, con sus distintos acentos, contrastadas personalidades y nacionalidades. Con un quinteto de personajes protagonistas, esta es, sin duda, una película de actores. Siempre es fundamental la elección del reparto, pero en una comedia más. De la carne, encanto y humanidad que los intérpretes regalen a sus personajes depende el alma de la película. Los pasajeros de ‘Yucatán’ componen un casting tan sólido como el propio barco: fresco, inesperado, juguetón, heterogéneo y, a la vez, extrañamente compacto.