El regalo que el príncipe William ha traído de las Scilly Islands a su familia
El heredero al trono estuvo de viaje oficial en el archipiélago frente al ducado de Cornualles y llevó de vuelta a casa un presente comestible.
La normalidad parece haberse instalado en Adelaide Cottage, el hogar de los príncipes de Gales. El heredero al trono británico realizó hace unos días su primer viaje oficial fuera de casa desde que su esposa reconociera en marzo que se está sometiendo a un tratamiento contra el cáncer. Un gesto que muchos interpretaron como una buena señal en cuanto al estado de salud de Kate Middleton, que se quedó en casa con los niños. En concreto, el príncipe William viajó al ducado de Cornualles y posteriormente a las Scilly Islands, de donde les llevó a sus hijos un regalo muy especial.
El príncipe William visita las Iscilly Islands
Durante su estancia en el archipiélago, el príncipe William visitó primero el hospital comunitario St. Mary. Allí charló distendidamente con varias trabajadoras del centro, atendiendo amablemente a sus preguntas. De hecho una de ellas le preguntó cómo se encuentra su esposa y él respondió cordialmente: «Ella está bien, gracias». Además, preguntado también por sus hijos, dijo que estaban «celosos» de que su padre estuviera en las islas. Y es que las Scilly son uno de los destinos de descanso favoritos de la familia.
El príncipe William y Kate Middleton pasan allí sus vacaciones de verano junto a sus hijos; y también fue el lugar elegido por la princesa Diana y el entonces príncipe Carlos para veranear junto a sus hijos en 1989.
Un regalo muy especial
Sea como fuere, el príncipe continuó su visita en el puerto, donde visitó el café On the Quay. El Daily Mail cuenta que «miró con estusiasmo» los productos del mostrador y preguntó divertido al personal del establecimiento cuáles se vendían mejor.
Ellos le dijeron que las empanadas de Cornualles, unos pasteles rellenos de carne y verduras que, según el príncipe olían «delicioso». Y dicho y hecho, se llevó cinco de vuelta a Londres, un número perfecto para compartir con Kate Middleton y sus tres hijos. Por supuesto George, con quien tiene una complicidad especial; la princesa Charlotte, que cumplió nueve años a principios de mes; y el pequeño Louis, de seis años, el más travieso de los tres.