Al menos tres empleados vieron datos de Kate Middleton en el hospital
La investigación sigue abierta sobre la filtración de datos que afecta a Kate Middleton en el hospital donde fue operada.
El hospital donde se operó a Kate Middleton y las autoridades británicas están cerca de esclarecer lo que pasó con el acceso a los datos médicos de la princesa. Una presunta violación de información que se habría producido pocos días después del 16 de enero, fecha de la famosa intervención abdominal.
Así, el supuesto intento de filtración tuvo lugar mientras Kate Middleton aún estaba en el hospital. Y lo llevó a cabo al menos un miembro del personal del hospital sin autorización expresa para ello.
Los datos de Kate Middleton en el hospital quedaron al descubierto
La investigación interna y la oficial se centran en este empleado y al menos en otros dos trabajadores cuyos datos no han trascendido. Hay polémica también porque al parecer el hospital tardó una semana en comunicar el incidente a la Oficina del Comisionado de Información (ICO). Es el organismo público que vela por los datos privados en Reino Unido. Kate Middleton y el Palacio de Kensington se habrían enterado en ese mismo espacio de tiempo.
Le legislación establece un plazo no superior a las 72 horas para comunicar una filtración de datos privados de este calibre. Una vez terminado el proceso y si se confirma que hubo una intromisión en los datos personales de la princesa de Gales, la London Clinic podría recibir una multa de hasta 17 millones de libras. Los tres implicados en el incidente están suspendidos de empleo y sueldo desde el momento en que se descubrió la presunta filtración de datos. Se enfrentarían a cargos penales en caso de confirmarse los hechos.
La investigación sigue su curso
No parece que ningún suceso similar haya afectado a los datos médicos del rey Carlos III. Le sometieron a una intervención de próstata en fechas posteriores y se le trata de un cáncer en la misma clínica.
El director ejecutivo de The London Clinic insistió en que se tomarán las medidas oportunas. Recordó que los empleados son muy «conscientes de los deberes individuales, profesionales, éticos y legales con respecto a los datos confidenciales«. Al Russell insistió en que «no hay lugar en nuestro hospital para aquellos que intencionalmente violan la confianza de cualquiera de nuestros pacientes o colegas».