Nieves Herrero: “Estoy de ida de las cosas, para estar de vuelta espero no tener tiempo”
Dice que una vida se le hace muy corta y que le encantaría que hubiese un secreto para la longevidad. Me da la sensación que la cabeza de Nieves Herrero es inmune a las migrañas, a pesar de las innumerables ideas que conviven en ella. A su actividad como periodista de raza hay que añadir su trayectoria como escritora. Doce libros han salido de su imaginación y el último, Luna roja, le ha hecho sentirse escritora de verdad por vez primera. Glamour y misterio en los años 50, en el que se unen personajes reales con la protagonista, Margot Sans Peters, que ha llegado para quedarse…
The Luxonomist: Si no he contabilizado mal, doce son los libros que has editado. ¿Ha tenido que llegar Luna roja para que, realmente, te sintieras escritora plena?
Nieves Herrero: Tienes razón, Luna Roja me ha hecho sentir escritora, libre de ataduras, para crear un personaje de ficción dentro de una novela policíaca. Aunque si soy fiel a la realidad, tiene inspiración en el personaje real de Margarita Landi. En honor a ella, mi protagonista se llama Margot Sanz Peters. Creo que ha llegado para crear una saga de misterio.
TL: “Es mi mejor protagonista, mi mejor novela”, has comentado. ¿En el mejor de tus sueños imaginaste lograr algo así?
Nieves Herrero: Nunca pensé que podría escribir una novela de misterio, pero en su día tampoco imaginé que pudiera escribir novela histórica. La vida te va poniendo por delante retos y éste es uno de ellos. Sí creo que es mi protagonista más libre. No he tenido que seguir la vida de nadie para construirla. La he podido llevar por caminos para mí nuevos.
“Tengo más ideas de novelas que tiempo para escribirlas”
TL: ¿Escribir ficción te ha permitido unas licencias diferentes para sentirte más libre?
Nieves Herrero: Sí, mucho más libre, aunque el marco que está de fondo me lleva a los años cincuenta. Me gusta seguir con la mirada puesta en unos años que me parecen fascinantes. Quizá para no apartarme del todo de la historia, los personajes reales, duquesa de Alba, Aline Griffith y el comisario Eugenio Benito Poveda, se dan la mano con los personajes ficticios.
TL: Glamour y misterio en los años 50. Personajes ficticios enlazados con personalidades reales. ¿Qué hay de ti en esa fusión?
Nieves Herrero: De mí hay solo admiración por las mujeres escritoras y periodistas de esa época, que se negaron a seguir el carril que la época les marcaba, moda y natalicios, para adentrarse en otros mundos nunca explorados por mujeres. Margarita Landi entró en el suceso como otras lo hicieron en la política o los tribunales. El caso es que rompieron moldes y tuvieron que demostrar su valía para entrar por derecho propio en un mundo hasta entonces de hombres. Margot llega a la comisaría en busca de un desenlace para el robo de un collar, pero se encuentra con un mundo que le apasiona: el mundo del delito. Margot como Margarita llegan a ese mundo nuevo por casualidad, pero se quedan en él por valía y sexto sentido.
TL: Margot Sans Peters, tu protagonista, es una mujer adelantada a su tiempo. Ser atrevida y rompedora en esos años no era fácil. ¿Enseñó el camino a futuras generaciones?
Nieves Herrero: Sí, en esa época muchas mujeres y muchos jóvenes rompieron moldes. Margot es una mujer de su época, como lo fue François Sagan en la novela o Elvis Presley en la música. Rompen con el pasado y abren nuevos caminos. Son personas que chocan en una sociedad inmovilista, pero descubren nuevos mundos a las generaciones posteriores. Creo que de mí puede haber el sentimiento de muchas mujeres, tú misma Amalia, que llegamos a un mundo donde nuestros jefes eran todo hombres y tuvimos que aprender a abrirnos paso. Por cierto, grandes hombres los que nos enseñaron el oficio.
“Soy de cocinar la vida a toda velocidad. Me gustaría saber pisar el freno”
TL: Sin hacer spoiler, ¿tras leer el final de la novela queda abierta la posibilidad de una saga con la “detective Peters” como protagonista?
Nieves Herrero: Sí, no solo está abierta… un paso más. Estoy buscando nuevos casos para que Margot los resuelva. Sí, estoy todavía de la mano de una mujer que me ha atrapado por completo y espero que a los lectores también. Me gustaría que se convirtiera en una mujer de bandera a la que su sexto sentido le hace resolver diferentes crímenes.
TL: ¿La escritora le está succionando el tiempo a la periodista?
NH: La escritora está muchas horas pensando en sus personajes. Empieza, te confieso, a ser una locura. Tengo más ideas de novelas que tiempo para escribirlas. Eso me genera ansiedad.
TL: ¿Eres de cocinar la vida a fuego lento?
NH: Soy de cocinar la vida a toda velocidad. Ya me gustaría aprender a pisar el freno.
TL: ¿Lo mejor siempre está por llegar?
NH: Para mí, efectivamente, lo mejor está por llegar. Me ilusiona pensar que tengo por hacer la mejor entrevista y por escribir la mejor novela. Todavía estoy de ida de las cosas. Para estar de vuelta espero no tener nunca tiempo.
TL: ¿A qué momento de tu pasado regresarías?
NH: No me gusta regresar al pasado, soy de mirar al futuro. Pero si tengo que elegir, cuando nacieron mis dos hijas: Blanca y Ana. Esos han sido los dos grandes momentazos de mi vida.
“Me ilusiona pensar que tengo por delante la mejor entrevista o la mejor novela”
TL: ¿Tu mayor conquista?
NH: Creo que mi mayor logro fue iniciar y mantener en el tiempo un interés más allá de lo periodístico para sacar de la cárcel al primer español en el corredor de la muerte: Joaquín José Martínez. Pasé muchas horas llamando a puertas para que se interesaran por su caso y lograra una defensa justa; como así fue.
TL: ¿Recuerdas ese momento de absoluta felicidad?
NH: Recuerdo el día de mi boda con Guillermo como uno de esos días para recordar siempre. Estábamos los dos como en una nube, rodeados solo de familia ante un paso que dimos en secreto.
TL: ¿Qué no le perdonarías nunca a un amigo o a alguien que quieres?
NH: Una traición, una injusticia, sería lo único por lo que no le perdonara un fallo. Los humanos somos seres imperfectos y cuento con ello. Tampoco me gustan los que se creen que nunca fallan. ¡Vivan los imperfectos entre los que me incluyo!
TL: ¿Qué le preguntarías a tu yo dentro de veinte años?
NH: Le preguntaría: ¿Sigues ahí? ¿Has encontrado ya lo que siempre andas buscando?
TL: ¿Sin cuál de los cinco sentidos podrías vivir?
NH: Quizá sin el olfato, pero todos me parecen esenciales para vivir con calidad de vida.
TL: ¿Un personaje histórico con el que te sentarías a cenar?
NH: Me encantaría sentarme a cenar con Antonio Machado. Hubiera sido fantástico conocer a este escritor de tanta sensibilidad y bonomia.
TL: Diez segundos para un deseo. ¿Qué pides?
NH: Salud y Amor. Todo lo demás me parece secundario.
“No me gustan quienes creen que nunca fallan”
TL: Te da un ataque de risa en una situación inapropiada o en un lugar del que no puedes salir. ¿Cómo lo solucionas?
NH: Me ha pasado con los ataques de risa que me dan en cualquier lugar y situación. Cuando me ha ocurrido intento disimular, pero lo paso fatal. Decir la verdad de lo que te ha ocurrido es el mejor antídoto.
TL: Si pudieras saber una sola cosa del futuro… ¿cuál sería o qué preguntarías?
NH: ¿Son felices mis hijas y mis nietos? ¿Les va la vida bien?
TL: ¿Un día perfecto?
NH: Un día en familia o con amigos.
TL: ¿Cuál es ese tema del que te avergüenza saber tan poco?
NH: Me encantaría saber más de Economía y de Medicina. Considero que nunca es tarde. No me avergüenzo, me da pena no ser dueña de mi tiempo para seguir estudiando.
TL: ¿El objeto más extraño que conservas?
NH: La antorcha olímpica que llevé un tramo de unos cuantos metros en Barcelona 92. Está oxidada, pero me parece el gran recuerdo que no quiero olvidar.
TL: Esa pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder…
NH: ¿Te gustaría que alguien diera con el secreto de la longevidad? Y contestaría que sí. Una vida se hace muy corta.