La ciudad de Nueva York ha invertido en el curso 2016-2017 la friolera de 29.600 millones de dólares en financiar la educación pública de los niños que viven en los cinco condados de la ciudad (Manhattan, Brooklyn, Long Island, Queens y Bronx). No estamos hablando de las cifras del Estado de Nueva York, por la que habría que sumar la inversión en educación de todos los Ayuntamientos del Estado (ya que la financiación de los colegios públicos en Estados Unidos depende directamente de los impuestos sobre las viviendas que son gestionados por los ayuntamientos).
De esos 29.600 millones de dólares el 30% está destinado en exclusiva a lo que se denomina el ‘Distrito 75’, es decir educación especial. Aquellos que están tanto en colegios públicos, como en colegios privados – pagando el coste a los padres de los niños- cuando los pequeños necesitan estar en clases de hasta 4 niños, dos profesores y un asistente por sus dificultades de aprendizaje.
Estamos hablando de niños en el espectro autista, que no tienen el diagnostico de autismo – que se encuentra englobado en el ‘Distrito 75’– y que por las dificultades que presentan debido a sus enfermedades raras neurológicas tienen plaza en colegios donde se les prepara un itinerario educativo individualizado solo para ellos. Estos niños tienen como objetivo aprender a leer y comunicarse, no importa cual sea su diagnóstico o su enfermedad. Y para ello utilizan fórmulas novedosas y disruptivas de aprendizaje basados en el sistema PAF (Preventing Academic Failure), que en ocasiones permite llevar a estos niños y niñas hasta la universidad.
En la ciudad de Nueva York hay un millón cien mil niños escolarizados (desde los 5 hasta los 18 años), en unas 1.800 escuelas. El mayor sistema educativo de una ciudad en Estados Unidos y el que más invierte, con políticas educativas absolutamente progresistas en las que se busca la calidad, la excelencia y que cada niño tenga un colegio que cubra sus necesidades – y no al revés-.
El gasto de la ciudad de Nueva York por cada niño al año en la escuela pública es de 26.909 dólares. Si hablamos de educación especial, con menos población, el gasto prácticamente se triplica por niño/año, con profesores especializados , la mayor parte con máster en lectura, logopedia especializada, psicomotricidad, terapia ocupacional y plasticidad cognitiva. El Ayuntamiento de Nueva York paga las clases en casa y en los hospitales cuando los niños de Educación especial no puedan acudir al colegio.
Dependiendo de las capacidades de los niños de educación especial, que están en colegios para ellos, con profesores específicos y separados del resto de niños, se les puede ir integrando en clases de niños no enfermos. De forma ordenada y paulatina y solo en aquellos casos que es realmente posible un beneficio para el niño.
Simplemente por comparar en España el gasto en educación al año supone el 4,5% del PIB, es decir unos 47.220 millones de euros, lo que supone una inversión por alumno de 7.861 euros al año según los datos del informe anual ‘Datos y Cifras del Curso Escolar’.
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