En muchos padres de niños que se encuentran en la pubertad, la sola mención de la palabra ADOLESCENCIA despierta sentimientos de angustia y horror, bien ante la expectativa de lo que pueda pasar o porque lo sufren ya en su día a día.
Si somos unos padres ‘bien informados’ nos habremos leído multitud de libros de autoayuda, pero siempre nos queda esa sensación de inseguridad, de que algo se nos escapa, de que no hemos educado de la manera adecuada a un niño al que conocíamos y que ahora es un perfecto desconocido. ¿Qué ha pasado con esos chiquillos que nos miraban con admiración y afirmaban a los cuatro vientos que éramos los mejores papás del mundo? ¿Por qué han sido sustituidos por unos extraños egocéntricos y egoístas que se quejan continuamente de nuestra labor paterna, antaño tan sobresaliente?.
A lo largo de un par de artículos vamos a intentar, ante todo, desdramatizar esta etapa vital por la que todo niño tiene que pasar. Se trata de ofrecer una visión menos sesgada de la adolescencia y acercarnos a ella como lo que realmente es: una etapa más en el fascinante mundo del desarrollo humano. Un tiempo que, aunque muy denostado, es un periodo clave en nuestras vidas, sin el que serían imposibles todos los cambios físicos y psicológicos que se van produciendo.
Representa también la oportunidad de disfrutar conociendo a nuestros hijos en un momento en el que el mundo les ofrece infinidad de oportunidades para labrarse un futuro y en el que todo parece posible. Es la mezcla de la magia de la niñez con el realismo de la madurez. En definitiva, un periodo apasionante y del que merece la pena disfrutar también desde el papel de padres. Cada vez que nos enfrentamos a un problema conviene primero delimitarlo. Así que la primera pregunta inevitable es: ¿Qué es la adolescencia?
Cuando buscamos este término en Internet, consultando a la omnisapiente wikipedia nos encontramos con esta definición: «La adolescencia es un periodo en el desarrollo biológico, psicológico, sexual y social inmediatamente posterior a la niñez y que comienza con la pubertad. Su rango de duración varía según las diferentes fuentes y opiniones médicas, científicas y psicológicas, pero generalmente se enmarca su inicio cerca de los 13 años y su finalización a los 19 ó 20».
El artículo al que pertenece este extracto se desarrolla aún más, adentrándose especialmente en los cambios físicos y sexuales. Es cierto, la adolescencia es un periodo que implica cambios, pero aunque los anteriormente nombrados sean los más evidentes, son los que se producen a nivel psicológico y social cuando menos igual de importantes, o más, que los anteriormente mencionados.
Entre los cambios psicológicos nos encontramos con que nuestros antes pequeños, están construyendo su propia identidad, buscando quiénes quieren ser. De esta manera se puede explicar por qué los adolescentes cambian continuamente de opinión, de manera de vestir, de gustos. Incluso explica muchas de sus contradicciones como la defensa radical del medio ambiente mientras ensucian sin pudor la vía pública de papeles. Todo ello, enmarcado en un proceso radical de vaivenes hormonales, da como resultado a estos jóvenes-adultos, tan paradójicos muchas veces, que cambian de ideología y de manera de pensar de un día para otro.
No nos preocupemos en exceso por las conductas más taciturnas, aún sin perderlas de vista, son totalmente normales. En este proceso de construcción de la identidad necesitan separarse parcialmente del grupo familiar (sobre todo de los padres).De manera inconsciente buscan espacios de soledad y reflexión individual totalmente necesarios para construirse su propio yo.
A todos nos gustaba comprobar cómo nuestros hijos venían a nosotros y nos pedían consejo sobre las cosas que les pasaban en la vida, nos preguntaban qué hacer y tenían en cuenta nuestros consejos. Lamentablemente, esto forma parte del cambio social, el otro pilar que se deja más de lado en las definiciones puramente biológicas de la adolescencia. Y es que los padres y la familia dejamos de ser el núcleo de referencia de los adolescentes y cedemos el puesto a un grupo de amigos con el que, supuestamente, nuestros hijos comparten afinidades.
Esto forma parte del proceso natural y de la construcción de la identidad del menor. Muchas veces nos cuesta aceptarlo y vemos en ello una especie de desprecio o pérdida de cariño por parte del que hasta hace nada era nuestro ‘niño’. No nos lo tomemos de esa manera. Nuestros hijos no han dejado de querernos. Esta supuesta rebeldía y pasotismo hacia todo lo que la familia representa no es más que una etapa transitoria fruto de una serie de cambios que son tan repentinos para nosotros como para él. Hay que tener grandes dosis de paciencia e intentar tomarse las cosas con filosofía.
Cada adolescente es un mundo en sí mismo, como cualquier persona, por eso no podemos hablar de trucos que vayan a funcionar sí o sí con cualquiera de estos pequeños rebeldes. Sin embargo, sí que hay ciertos consejos generales que podemos seguir para conseguir una buena convivencia. Al fin y al cabo son nuestros hijos y podemos estar de acuerdo con ellos o no, pero les queremos y nos gustaría seguir disfrutando con ellos en casa. Estas pautas nos ayudarán a conseguir un ambiente más agradable en casa.
A pesar de que no se lo merezcan y estemos decepcionados o molestos por su comportamiento, no debemos romper la comunicación con nuestros hijos. Los adolescentes tienen ‘derecho’ a equivocarse y es inevitable que lo hagan. Si dejamos de comunicarnos con ellos, dejamos también de educarlos. Por eso hay que tratar de mantener una comunicación continua, a pesar de las trabas que nos intenten poner.
Os invito a desdramatizar la adolescencia. Miradla como un paso más en el crecimiento y no como una pérdida de lo que un día fueron nuestros niños. Esto os llevará a mirar las cosas desde otro prisma, e incluso, a disfrutar de la frescura, originalidad, creatividad y nuevas formas de ver el mundo que los adolescentes pueden aportar a nuestra familia.
Los reyes Felipe VI y doña Letizia han cerrado su semana de actos oficiales en… Read More
Las grandes compañías de lujo han arrancado el año con incertidumbre. Kering ya vaticina caídas… Read More
El Palacio de Buckingham estaría preparando un funeral para Carlos III. Si bien públicamente no… Read More
Tal y como ha comunicado la propia empresa, las ventas preliminares de adidas aumentaron un… Read More
El consumo de vino 0,0 está creciendo de forma imparable. Cada vez son más los… Read More
El éxito empresarial se consigue de distintas maneras y muchas de ellas, si no todas,… Read More
Este sitio utiliza cookies para prestar sus servicios y analizar su tráfico. Las cookies utilizadas para el funcionamiento esencial de este sitio ya se han establecido.