El osito de peluche de Carlos III tenía mayordomo
Carlos III cuidó hasta bien entrada la cuarentena de su osito de peluche preferido en la infancia, que tenía hasta mayordomo.
En los últimos años hemos leído numerosos comentarios al respecto de las manías del rey Carlos III. A ellas sumamos una más, porque según se revela en el libro recientemente publicado, El Rey. La vida de Carlos III, el monarca cuidó en extremo a su osito de peluche de la infancia. Lo hizo además durante bastante tiempo. Christopher Andersen, autor del citado libro, comenta que el heredero al trono vivió apegado a este peluche hasta bien entrada la edad adulta.
Tanto es así, que revela que Michael Fawcett, el que fuera ayuda de cámara y mano derecha del monarca, era el encargado de cuidar del peluche. Hasta tal punto llegaba su obsesión por el juguete que cuando el osito necesitaba algún tipo de reparación, la ex-niñera Mabel Anderson era la encargada de coser con aguja e hilo las costuras dañadas.
El mayordomo de Carlos III cuidaba del osito de peluche preferido del Rey
El libro incide de nuevo en aspectos ya conocidos y debatidos ampliamente sobre las manías del nuevo Rey. Como que Michael Fawcett era el encargado de prepararle la cama todas las noches; que le deja listo el cepillo de dientes con su pasta antes de acostarse; o que era el encargado de afeitarle, vestir sus pantalones o incluso atarle los cordones de los zapatos.
Durante los actos protocolarios de la toma de posesión de su cargo como nuevo Rey de Inglaterra, Carlos III ya dio muestras de tener un carácter bastante exigente con los empleados. Sus problemas con las plumas con las que tuvo que firmar varios documentos y su reacción posterior fueron un ejemplo de que Carlos III no lleva bien las incorrecciones. En el citado libro, algunos ex-empleados recuerdan que el hijo de Isabel II no dudaba en “gritarles con insultos” cuando cometían algún error en su trabajo.