Así se hacen las joyas personalizadas de Sara Benavente
Hablamos con una experta gemóloga para que sepas cómo y en cuánto tiempo se hace una pieza de joyería única para sorprender a quien más quieres.
Sara Benavente es experta en graduación de diamantes, gemología y tasación de joyas desde hace más de 14 años. Empezó su formación en moda y en joyería estudiando gemología, tasación, graduación de diamantes y gemas de color y diseño de joyería en Estados Unidos, Inglaterra y España. Se ha formado en Diseño de Moda por el Istituto Europeo di Design en MilÁn y Madrid, también en sostenibilidad, y es Experta en Graduación de Diamante por el Instituto Gemológico Español y el Gemological Institute of America en San Diego.
Ha trabajado en empresas internacionales de joyería, casas de subastas, oro de inversión y venta de diamantes. Gracias a ello ha ido forjando una visión muy global y precisa de los mecanismos que entraña la industria de la joyería. Desde hace ocho años diseña joyas personalizadas, únicas, para que pensar en un regalo para alguien especial sea una experiencia única para quien lo crea y lo recibe. Hace sus llamadas “joyas autobiográficas”, certificadas, haciendo uso de metales nobles y las gemas más exquisitas. Hace un parón en su taller para hablar con The Luxonomist.
«La entrega de la joya personalizada es un momento decisivo, mágico»
The Luxonomist: ¿Cómo es el proceso de una joya personalizada?
Sara Benavente: Se estructura en 6 pasos clave. El primer paso es una entrevista personal que determina gustos, intereses, creencias y objetivos, necesarios para poder diseñar una joya 100% personalizada. Luego hay un proceso de investigación y primeros bocetos, donde estudio la historia del mundo desde un punto de vista iconográfico. Me inspiro en sus códigos y diseño conectándolos con los atributos de personalidad que he extraído previamente en la entrevista. Presento una amplia variedad de bocetos.
Después llega el diseño 3D y vídeo renderizado, el boceto técnico elegido se modela con la tecnología informática de diseño CAD (computer aided design) y se prototipa con un sistema CAM (computer aided monitoring). Así el cliente puede ver de una forma cristalina mediante un vídeo en movimiento y desde muchas vistas y perspectivas su obra final.
Pasamos a la muestra de gemas y materiales previamente escogidas por la mirada experta del gemólogo. Explico las bondades de cada gema, propiedades, origen, calidades y detallo la información del certificado del laboratorio gemológico. Comienza la labor del orfebre, que ensambla todo haciendo uso de prácticas milenarias que aún se dan en nuestros días, combinado con los oficios ancestrales: engastadores, esmaltadores, grabadores, pulidores… Y llega el momento mágico, decisivo, de la entrega. Que viene acompañada de un certificado expedido por un experto tasador y adicionalmente un certificado del laboratorio gemológico.
«Es fundamental una buena sintonía entre el diseñador y el joyero»
The Luxonomist: ¿Quién aporta más, el experto joyero o quien tiene la idea en la mente?
Sara Benavente: Aunamos fuerzas. Es indispensable que haya buena sintonía porque las joyas luego respiran esta relación diseñador – maestro joyero. Es un trabajo en equipo, el diseñador o creador debe aportar una visión artística potente, y sin duda necesita comprender la mecánica de la manufactura si quiere que sus diseños realmente funcionen al ser lucidos.
Por su parte el orfebre aplica todo su intelecto para darle vida a la joya y hacer posible su manufactura con sus complicaciones técnicas incluidas. Esto afecta muchas veces a la parte visual y embellece los diseños, acercándolos a la perfección absoluta.
The Luxonomist: ¿El cliente de lujo se deja guiar?
Sara Benavente: Sí, pero con una condición. El cliente que acude a mí está familiarizado con la alta joyería y tiene ciertos conocimientos sobre las gemas y los metales preciosos. Tiene inquietudes por saciar y necesita sentirse en manos de un experto. Por eso suele requerir un certificado.
The Luxonomist: ¿Cuáles son las piedras más elegidas?
Sara Benavente: Sin duda el diamante es el rey de las gemas. Lo dice su nombre, que proviene del griego «adamas», que significa «invencible». Le siguen muy de cerca el rubí, el zafiro y la esmeralda. Recientemente estoy notando un interés especial por la tanzanita y la turmalina Paraíba, dos gemas con excelentes características físicas y ópticas, y llamativas por sus vibrantes colores.
«Ahora es el mejor momento para las joyas personalizadas»
TL: ¿Llegamos a tiempo para Navidad?
SB: Sí, de hecho este es el momento idóneo para hacer una joya personalizada con toda la tranquilidad y poder disfrutar del proceso al máximo, ya que tiene una duración de 3 – 4 semanas tras la aprobación del diseño.
TL: ¿Cada vez más buscamos algo especial para alguien especial?
SB: Sí, cada vez se busca más esa personalización en moda, gastronomía… y en la alta joyería a medida podemos encontrar su máximo exponente y su lado más aspiracional, devolviéndole al lujo su verdadero sentido. En la joyería se entrelazan historias especiales, lujo y tradición artesana que materializamos en piezas especiales hechas a la medida de quienes las llevan.
TL: ¿La tendencia invertir mejor también se nota en la alta joyería?
SB: Nos encontramos ante un momento socio – económico complejo y, como tal, los valores refugio son nuestros mejores aliados. Cuando una persona encarga una pieza de alta joyería, obtiene un diseño de gran belleza y con significado personal. Pero a la vez, en la motivación de compra está el adquirir un objeto con un gran valor intrínseco. Históricamente los metales preciosos y las gemas se han comportado bien en periodos de crisis e incertidumbre, ya que son bienes altamente escasos y una alternativa estupenda a las inversiones financieras.