Camilla Parker Bowles rescata la tiara que Isabel II solo se puso una vez en su vida
Camilla Parker Bowles ha asistido a la cena de gala con el cuerpo diplomático luciendo una exclusiva y desconocida tiara de Isabel II.
El Palacio de Buckingham se vistió anoche de gala para acoger la cena anual con los miembros del cuerpo diplomático. El rey Carlos III, Camilla Parker Bowles y el príncipe William ejercieron de anfitriones en una noche en la que echaron mucho de menos a Kate Middleton. Todos, menos la reina Camilla, que aprovechando la ausencia de la princesa sacó la artillería pesada del joyero real con una histórica tiara que la reina Isabel II tan solo lució una vez en su vida.
Camilla Parker Bowles escoge el azul para su look de gala
Camilla Parker Bowles se decantó por el azul para construir su look de gala. Eligió un vestido azul marino de manga larga y cuello en pico, confeccionado en terciopelo, con un estampado de rombos en un tono azul más claro. Un diseño que combinaba a la perfección con su banda azul de la Orden de Carlos III.
Esta combinación de tonos azules también la mantuvo con las joyas. Y es que Camilla buscó a fondo en el joyero real hasta encontrar una exclusiva tiara que pocas veces hemos visto. Hablamos de la conocida como tiara canadiense de aguamarinas, una diadema que Isabel II tan solo se puso una vez durante una visita de estado a Canadá en julio de 1970.
Una tiara de Isabel II muy poco conocida
La tiara está compuesta por cinco piedras iguales de aguamarina, de diez quilates cada una, engastadas en unos diseños florales de diamantes. Un tiara de diseño sencillo y no demasiado llamativa que Camilla Parker Bowles heredó de Isabel II y que lució ayer por primera vez.
A quien sí hemos visto lucir esta tiara en al menos dos ocasiones es a Sofía de Edimburgo, la esposa del príncipe Eduardo. Ésta la eligió para asistir al banquete previo de la boda del duque heredero de Luxemburgo y la condesa Estefanía de Lannoy el 19 de octubre de 2012; y para el enlace de Magdalena de Suecia y Christopher O’Neill en el año 2013.
Camilla Parker Bowles completó su look con un collar y unos pendientes largos a juego con dos lágrimas de aguamarinas y la parte superior con forma de flor.