Tres maneras originales y deliciosas de aprovechar el queso
El queso que te sobra no tiene por qué acabar en la basura, puedes utilizarlo para crear platos originales como te contamos a continuación.
Es habitual que a lo largo de la semana tiremos algo de comida a la basura. Bien porque ha cumplido su fecha de caducidad sin darnos cuenta o porque no habíamos calculado bien la compra semanal, este desperdicio alimentario repercute en nuestro bolsillo. Así que hoy vamos a darte unos consejos para que ahorres siendo creativa y contribuyendo al bienestar del planeta. Porque aprovechar cada ingrediente y cocinar platos nuevos y originales con la comida que te sobra es todo un arte que tú también puedes aprender.
Por ejemplo, ¿te habías planteado que el queso puede ser un ingrediente con muchísimas vidas? Existen muchísimas variedades de este alimento, que además marida bien con una infinidad de ingredientes. Desde el más curado al más fresco pasando por los quesos de untar, los blandos o los que se compran en polvo o rallados, es relativamente fácil encontrar en prácticamente todas las neveras algún tipo de queso.
Tres maneras de aprovechar el queso
En el caso de que tengas algún trozo de queso viejo que empieza a secarse, no lo tires. Puedes aprovecharlo para hacer varias y exquisitas recetas con las que ahorrarás dinero, sorprenderás a tus comensales y cuidarás del planeta.
Crema de quesos con trozos secos
La crema de quesos admite cualquier tipo de queso que tengas en la nevera. Incluso distintos entre sí. La idea es cortarlos en cubos, ponerlos en una licuadora o un vaso batidor y cubrirlos con leche. El resultado será una crema ligera que puedes enriquecer con frutos secos, hierbas aromáticas o disfrutar tal cual. La puedes usar para acompañar platos de verduras salteadas, recetas de pasta o incluso para dipear con nachos, regañás o picos de pan.
Aprovechar la corteza de algún queso
También la corteza de algunos quesos, sobre todo el Grana Padano, se puede aprovechar. En este caso tendrás que rascarlas bien para eliminar posibles impurezas y pasarlas por el grifo del agua. Tras esto las puedes poner en el microondas a máxima potencia durante tres minutos y convertirlas en snacks crujientes y sabrosos. O puedes incorporarlas a tus caldos – y sacarlas antes de servir- para darles un sabor diferente.
Queso en aceite de oliva con aderezos
Las opciones anteriores son perfectas para aprovechar quesos curados, pero también puedes alargar la vida de los quesos frescos realzando su sabor de una forma muy fácil. Hablamos de quesos semicurados, tiernos o frescos como la mozzarella, que pueden durarte más sumergiéndolos en aceite de oliva. Además, les puedes añadir aderezos como el tomate seco, la cayena, el ajo o hierbas aromáticas como el tomillo. No solo podrás tomarlos de una forma exquisita sino que también podrás utilizar el aceite aromatizado después.