La última cosecha del huerto de Michelle Obama

Michelle Obama ha destinado gran parte de sus años como Primera Dama de EEUU a promover dietas y rutinas más saludables para los más pequeños. Una de las primeras cosas que hizo al llegar a la residencia presidencial en 2009 fue plantar un pequeño huerto de frutas y verduras que se ha convertido en parte del atractivo político y turístico de la Casa Blanca. Y aunque éste es el último año de Obama en la presidencia, ella quiere que el huerto no se pierda y la tradición continúe entre sus sucesores, después de ocho años de siembra consecutivos.

Con este mensaje, Michelle Obama plantaba su última cosecha. “Es mi bebé”, decía sobre el jardín presidencial. “Y ojalá que no sea la última siembra, ojalá que haya otras administraciones que retomen este proyecto y sigan convirtiendo esto en parte de la tradición de la Casa Blanca”.

En este huerto se organizan actividades educativas con escuelas de todo el país, especialmente cuando llegan los meses estivales. Además, muchos de los menús de los Obama se elaboran a partir de sus productos.

El resto se dona a organizaciones sin ánimo de lucro y refugios para personas sin hogar. La Casa Blanca presume de haber impulsado la moda de los huertos comunitarios en EEUU, muchos de ellos volcados también en labores solidarias con la donación de sus productos. Incluso la NASA ha anunciado un pequeño experimento similar en la Estación Espacial Internacional.

El proyecto ecológico nació como parte de la campaña de la Casa Blanca ‘Let’s Move!’.  Son 130 metros cuadrados con más de 60 variedades de frutas, hortalizas y hierbas, desde tomates a lechugas, espinacas y orégano. Uno de los artífices del huerto es el cocinero español José Andrés, asesor en materia culinaria y alimenticia de los Obama. Ocho años después, Michelle Obama ha sembrado ya su última cosecha, un símbolo de la cuenta atrás en la que entra la primera familia de Estados Unidos, ya en la recta final de sus dos mandatos.