El príncipe Andrés tendrá que renunciar al título de Duque de York

Los concejales del Ayuntamiento de la ciudad de York han decidido que el príncipe Andrés sea despojado de su título de duque de la ciudad. Tras algo más de media hora de reunión, los representantes de los ciudadanos calificaron de «total vergüenza» que el hijo de la reina Isabel II llevase un título relacionado con la localidad. Algunos afirmaron que es «una mancha para la ciudad», sobre todo tras conocerse el acuerdo extrajudicial por abusos sexuales contra Virginia Giuffre, víctima del pedófilo Jeffrey Epstein.

A raíz del caso, que se resolvió en febrero pasado, el príncipe Andrés, de 62 años, también fue despojado de sus funciones militares, de sus patrocinios reales y se le dijo que ya no sería conocido como «Su Alteza Real». York es la capital del condado de Yorkshire, una de las nueve zonas que forman la región de Inglaterra. En la localidad viven algo más de doscientos mil habitantes.

Piden que Beatriz sustituya al príncipe Andrés

«Andrés de Windsor es una completa vergüenza. Trae vergüenza y daños a la reputación dondequiera que va, incluida nuestra ciudad. La moción para retirar su estatus no va lo suficientemente lejos. Tiene que declararse persona non grata en York», argumentó Gwen Swinburn, una de las representantes más vehementes de la ciudad. Algunos de ellos sugirieron en esta misma reunión que sea su hija Beatriz la que le sustituya. «A diferencia de su padre, ella es agradable, inteligente y hace su tarea. Se interesa por la ciudad cuando la visita», dijo otro concejal.

En una reciente encuesta realizada por el diario local The Press de York se concluyó que el 88 por ciento de los lectores querían que se le despojara al príncipe Andrés de todos los honores de Duque de York. El hijo de Isabel II abandonó sus funciones públicas al poco de complicarse su situación judicial relacionada con este asunto en Nueva York. Su primera aparición pública tras conocerse el millonario acuerdo con Virginia Giuffre fue en al acto de acción de gracias a su fallecido padre, Felipe de Edimburgo. En el mismo apareció acompañando a Isabel II.