El plan de Harry y Meghan Markle que desvela el teaser de su documental
La pareja comparte escenas privadas en su documental que podrían haber sido grabadas con una intención comercial mientras aún formaban parte activa de su familia.
El esperado teaser del documental del príncipe Harry y Meghan Markle, que verá la luz en Netflix el próximo día 8 de diciembre, ha desvelado más cosas de las que se ven a simple vista. Algunas imágenes personales de la pareja que transmiten su complicidad y unión también destapan que ambos podrían haber comenzado a grabar el documental antes abandonar sus funciones dentro de la familia real británica.
De hecho, varias instantáneas del citado teaser – tomadas presuntamente por fotógrafos – les sitúan cronológicamente en la trastienda de algunos actos públicos a los que acudieron siendo aún miembros de la realeza.
Meghan y Harry tendrían firmado un millonario plan de huida con Netflix
Pero retrocedamos en el tiempo. Tras el acuerdo alcanzado con Isabel II, Carlos III y el príncipe William, los Sussex eran libres personal y comercialmente desde el 31 de marzo de 2020. Pero ese mismo mes de febrero, la prensa británica ya se hizo eco del filón comercial que tendría la pareja fuera de Buckingham.
Simon Huck, propietario de la firma de relaciones públicas Command Entertainment Group y amigo personal de Kim Kardashian, fue el primero que habló públicamente de Netflix. Según él, en la productora estaba el futuro laboral de la pareja, que habría firmado ya entonces un millonario acuerdo comercial.
La escena del beso en la cocina de Frogmore Cottage
La instantánea del beso en la cocina de Frogmore Cottage, su residencia en Windsor, ha sido la que ha puesto sobre la pista a los que consideran que la pareja ya tendría “un plan de huida” concebido con anterioridad. Al contrario que otras estampas mostradas en el teaser, no parece un simple selfi entregado a la productora por la pareja.
La escena correspondería al 7 de marzo de 2020, coincidiendo con la semana en la que Meghan Markle regresó a Londres desde Canadá por primera vez junto a su esposo, tras destaparse su renuncia. Una despedida en toda regla del que fuera su hogar. Dos días después, la pareja acudiría a su última cita como miembros activos de la Corona asistiendo al acto religioso con motivo del Día de la Commonwealth.
Crece la preocupación en Buckingham ante lo que pueda contener el documental
Así, desde que la pareja presentó su renuncia, el uso comercial que ambos hicieran de las apariciones públicas junto al resto de familiares ha sido motivo de controversia. La más sonada se produjo durante los actos de celebración del Jubileo de Platino de Isabel II en los que Meghan Markle y Harry apenas tuvieron presencia pública.
Como ya contamos en estas páginas, en el Palacio de Buckingham sabían firmemente que las escenas allí tomadas serían utilizadas para un documental de Netflix.
Todos los cronistas que han tenido contacto con The Firm (como se conoce coloquialmente a la Casa Real Británica) reconocen que el uso comercial de la marca por parte de sus miembros, para beneficio propio, no está bien visto. De hecho, la difunta Isabel II fue muy estricta con este aspecto durante las negociaciones con su nieto.
Meghan Markle y Harry también asumieron el 19 de enero de 2021 que estaban “obligados a retirarse de los deberes reales, incluidos los nombramientos militares oficiales”. Y que por supuesto “ya no recibirían fondos públicos para los deberes reales”, como firmó la Reina en el pacto alcanzado.
Son muchos los que consideran que gran parte de los actos públicos a los que han acudido el príncipe Harry y Meghan Markle desde principios de 2020 han sido guionizados. O que forman parte de una amplia estructura comercial y de imagen.
La presencia de Meghan Markle tras producirse el tiroteo en la escuela de primaria de Uvalde en mayo de este año generó enorme controversia. Al igual que su participación en Nueva York en actos relacionados con la ONU.