El príncipe Andrés, objeto de un nuevo y tremendo libro

Un libro explosivo cuenta que el príncipe Andrés es un «adicto al sexo» y un «amante fogoso». Eso es lo que cuentan las mujeres que afirman haber tenido relaciones íntimas con el hijo de la reina Isabel II, después de ser presentadas por el difunto pedófilo Jeffrey Epstein, amigo íntimo del príncipe. El autor, Ian Halperin, que lanzará el jueves «Relentless Pursuit«, asegura que habló docenas de veces con las supuestas amigas de Andrés.

Halperin dijo que «la mayoría de las mujeres pintaron a Andrés como un caballero perfecto y dijeron que era muy sensual. Una mujer le definió como un amante muy atrevido: no había límites en la cama. Ella le dijo que Andrés sacudió su mundo en el dormitorio, pero se sintió decepcionada porque, después de eso, no volvió a tener noticias de él».

Epstein tenía mucha influencia sobre el príncipe Andrés

Halperin aseguró que «una de las ex-amantes del príncipe dijo que tenía una adicción al sexo porque siempre fue el segundo después del príncipe Carlos. Él comparó su relación con su hermano con la de William y Harry. Al primero lo contempla como material real, como Carlos, mientras que él y el duque de Sussex serían los chicos malos de la casa».

«Esto lo llevó a su estilo de vida de playboy. No estaba recibiendo atención; por eso le hacía sentir especial tener a estas hermosas mujeres en su cama». Halperin dice que no descubrió evidencias de que Andrés, que ha negado las acusaciones de que se acostó con Virginia Roberts, la esclava sexual de Epstein, tuvo relaciones sexuales con chicas menores de edad.

Obsesión por las pelirrojas

Pero «no hay duda de que Epstein le proporcionó niñas a Andrés, y esa fue la razón por la que eran amigos. Tenía una obsesión por las pelirrojas y Epstein tenía a sus exploradores peinando las calles en busca de las pelirrojas más hermosas para llevárselas a él». Pero alega que Andrés, que insiste en que su amistad con Epstein era puramente empresarial, se convirtió en temor.

Halperin dijo que «Epstein obtuvo información sobre su entorno y podría usarla en su contra. Cuando él y Andrés se vieron por última vez en el 2011, el príncipe se puso de rodillas suplicándole a Epstein que nunca revelaría nada sobre él. Si Epstein tuvo un príncipe de rodillas, imaginemos el poder que tenía sobre los todos los demás».